A mediados de 2017, un joven magrebí fue detenido por la Policía Nacional tras haber robado el bolso a una vecina por el método del tirón. Estaba indocumentado y carecía de arraigo en la ciudad. Aseguraba entonces ser menor de edad, y es que de su fecha de nacimiento dependía su futuro. Si de verdad tenía menos de 18 años, su caso se derivaría a la Fiscalía de Menores y el joven sería trasladado a Pontevedra, pero si ya contaba con la mayoría de edad, sería remitido a la sala de Instrucción correspondiente y sería juzgado o investigado como un adulto.
Su destino estaba en manos de la Fiscalía, la autoridad responsable de decretar la edad de los jóvenes inmigrantes indocumentados, pero para ello fue necesario realizarle un informe forense, concretamente una pericial conocida como determinación de edad, con el fin de procurar las máximas garantías de protección para él.
Este caso es solo uno de la veintena que los forenses de la sede del Imelga en Vigo registraron en el último lustro, cuando se creó un equipo de expertos antropólogos. "Se trata de un prueba muy concreta y tan específica que se decidió formar a expertos en esta especialidad", comenta la directora de la Subdelegación Territorial del Imelga en Vigo, Belén Pérez. Junto a ella también colaboran en este equipo monodisciplinar los médico-forenses Belén Campos, José Luis Gómez y Fernando Rodríguez. Todos los informes cuentan con el visado último del jefe de la unidad, el patólogo de Verín, Fernando Serrulla.
Existen tres relaciones fundamentales sobre los que se practica esta pericial: MENAS (menores extranjeros no acompañados, por ejemplo polizones, aunque muchos se derivan a Pontevedra), víctimas de trata (habitualmente mujeres que son captadas o engañadas para venir a España con fines de explotación sexual) y menores adoptados en países extranjeros para su adaptación curricular. Precisamente este último caso es el que experimentó un mayor incremento de solicitudes, al producirse engaños sobre la edad del niño una vez llega junto a sus adoptantes. En la gran mayoría de los casos es la Fiscalía quien remite los casos a los expertos del Instituto de Medicina Legal vigués para realizar dicho informe, aunque también pueden proceder de salas civiles.
Esta determinación de edad se rige por la normativa internacional y las pruebas constan, además de una exploración física en la que evalúan su peso, talla e IMC, de una serie de radiografías: muñeca derecha, cavidad oral y clavícula. "Son realizadas por el radiólogo del Nicolás Peña y se integran en su historial clínico. Con ello se va formando un estudio a tenor de las tablas que tenemos marcadas", precisa Pérez. El desarrollo óseo es fundamental para llegar a una conclusión fiable sobre la edad de la persona. Por ejemplo, los huesos de los varones están en estado cartilaginoso hasta los 19 años mientras que en el caso de las mujeres se produce a los 17 años.
Otro aspecto importante a estudiar es el desarrollo genital de la persona. "Gran parte de los casos que nos derivan son de hombres. Por temas de aprehensión, culturales o sociales prefieren que sean examinados por un varón. Esto motivó que el equipo pasase de dos a cuatro profesionales", matiza la médico viguesa.
Diagnóstico fiable
¿Y cómo de fiables son estos informes? No todos los casos son iguales, hay en algunos donde las probabilidades son más amplias y otras más dilatadas. "Nuestros informes cuentan con un nivel de elaboración cuidadoso y meticuloso. Sustentan un diagnóstico fiable; en ocasiones más tajante, como que la persona tiene menos de 18, es decir, menor de edad; y en otros donde la persona tiene más de 18 pero menos de 21. En caso de duda, siempre miramos a favor de a protección", señala Pérez. La celeridad de estos informes también es un punto vital en esta búsqueda de esta protección para el menor, por ello su tiempo de realización "no excede la semana".
En estos informes, además de su historial médico, clínico, radiologías y pruebas complementarias también se incluye los países de procedencia de estos jóvenes. Marruecos, Guinea, Ghana, China, Argelia, Etiopía -este caso se trató de una adopción internacional y el Juzgado de Instancia 9 de Vigo requirió la determinación de su fecha de nacimiento- o Nigeria son algunos de los lugares de procedencia de estos MENA o víctimas de la trata de seres humanos. "Nos hemos encontrado de todo, algunos sí superan los 18 pero otros tantos son menores de edad y tenemos que garantizar su protección. Esto es lo fundamental", señala la también médico forense de Vigo, Belén Campos.
