Elena Muñoz vive sus segundas elecciones municipales como candidata del PP con las encuestas en contra. Pero es optimista y asegura partir en mejor posición que hace cuatro años.

-Los sondeos reflejan un resultado peor para el PP que en 2015. ¿Mantiene la esperanza de gobernar?

-La verdadera encuesta es la del 26 de mayo, es la que nos preocupa. Nuestro objetivo es que las urnas se llenen de votos para el PP. Nosotros tenemos el reto de decirle a todos los vigueses qué es lo que queremos para Vigo y también que nos parecería muy dañino que se repitiese la situación de esta legislatura con una mayoría absoluta que ha sentado muy mal al candidato socialista, que le ha empujado a tener comportamientos antidemocráticos, limitando la capacidad de hacer oposición, que amenaza a los colectivos que quieran discrepar y si no, se les quita las subvenciones. Una forma muy despótica de aplicar la mayoría absoluta.

-¿Pero creen que tienen posibilidades de gobernar?

-Lo que nos planteamos es sacar un buen resultado, y ser un PP fuerte. Somos la única alternativa al gobierno socialista. El que no quiera un gobierno del PSOE, solo puede votar al PP. Votar a cualquier otra formación política supone dar los votos a Abel Caballero.

-¿Nota el apoyo de la gente en la calle?

-Sinceramente, sí lo estamos notando. Tenemos gente en la lista que no se ha dedicado a la política y que también está notando ese cariño, que desde luego nos da fuerza para seguir trabajando.

-¿Qué sucedería con usted si el resultado del PP es peor que en 2015?

-Siempre he dicho que voy a estar donde los vigueses quieran que esté.

-¿Se arrepiente de dejar la Consellería de Facenda para venir a liderar el PP de Vigo?

-Jamás. Cuando luchas por algo en lo que quieres, y yo quiero a mi ciudad, y cuando defiendes la verdad frente a la mentira, en ningún caso piensas en arrepentirte. Estoy muy satisfecha del trabajo que hemos estado haciendo y del balance. Volvería a hacerlo un millón de veces.

-¿Enfrentarse a Abel Caballero es el mayor reto de su carrera?

-Sin duda. Un gran reto, pero no solo en la política, también en lo personal.

-Partidos como BNG y Ciudadanos comentan que la oposición en Vigo estos cuatro años ha sido inexistente...

-Lo dirán por ellos mismos. No se les ha visto en ningún sitio. Hay partidos que aparecen solo cuando hay elecciones. El Bloque, además, permitió el gobierno de Caballero y que se empezaran a extender prácticas de amiguismo y enchufismo en el Concello. Lo permitieron como miembros del gobierno y ahora como aliados en la Diputación de Pontevedra. No han exigido a Carmela Silva que dimitiera por enchufar a su cuñada.

-Hablando de Carmela Silva, ¿les ha llegado ya la denuncia por atentar contra su honor por el caso de su cuñada?

-Todavía la estoy esperando. Lo que me parece increíble es que en la primera ciudad de Galicia pueda ocurrir que haya una condena de cinco años de cárcel por enchufar a la cuñada de la teniente de alcalde y presidenta de la Diputación, y que esa persona se crea que no tenga que dar ningún tipo de explicación política. La única decisión honrada era haber dimitido de forma inmediata. Y que ese funcionario siga trabajando como si nada, es escandaloso. ¿Qué no sabrá ese funcionario para que le sigan teniendo ahí?

-¿Qué sería lo primero que haría Elena Muñoz si es alcaldesa?

-Restaurar la democracia en las instituciones y con los colectivos, vamos a abrir las puertas y las ventanas y romper esa red clientelar y vamos a bajar los impuestos a los vigueses. También nos pondremos en serio con un Plan General. Eliminaremos trabas burocráticas y adaptaremos el Concello al siglo XXI.

-¿Alguna medida destacada de su programa que todavía no haya presentado?

-Proponemos no renovarle la concesión a Aqualia. Creemos que está haciendo su agosto a costa de los vigueses, porque no pagamos por el agua que consumimos. Hay que volver al sistema de gestión directa. Hay que cobrar a la gente por lo que consume.

-¿Cómo es su relación con Abel Caballero?

-Desgraciadamente es inexistente. No ha habido ninguna comunicación. Las veces que nos hemos tendido la mano se nos ha rechazado. A mí me niega hasta el saludo. Es un desprecio absoluto, un comportamiento a mi juicio completamente machista. Ni siquiera levanta la mirada cuando le hablo en los plenos. Ya no solo es desprecio, también es falta de educación.

-¿Qué siente cuando dicen que sigue las órdenes de Feijóo?

-No sigo las órdenes de nadie y mucho menos de un hombre. Eso es una afirmación machista. Las mujeres somos capaces de tomar nuestras propias decisiones. Estoy en Vigo por elección, defendiendo a mi ciudad. No he venido por descarte, estoy aquí porque quiero. Porque creo que los vigueses merecen mucho más de lo que tienen.

-¿Parten de una mejor situación que en 2015?

-Sin duda. Los vigueses me conocen mucho más. Saben que hemos estado ahí en todos los problemas que ha habido en la ciudad, que hemos sido la única voz opositora real al gobierno. Que hemos sido capaz de buscar soluciones aunque se nos han negado todas.

-¿Ha habido alguna cosa que haría de otra forma de estos cuatro años?

-Mejoraría la comunicación para trasladar mejor nuestro mensaje.