Tras el comienzo oficial de la campaña electoral, los carteles de los candidatos a la Alcaldía de Vigo han invadido la ciudad. La mayoría de la población no advierte diferencias sustanciales entre las distintas propuestas estéticas pero la mirada de los expertos detecta el trabajo detrás de cada uno, donde ningún elemento se deja al azar.

"Por lo general, los carteles de candidatos de los partidos nacionales siguen una misma línea estética aunque en el caso de ciudades como Vigo algunos pueden hacer su propio modelo", explica Emma Torres, doctora en Comunicación Audiovisual y Publicidad por la Universidad de Vigo.

Según precisa, el cartel de Abel Caballero cambia por completo las directrices nacionales del PSOE y, por el contrario, es el del candidato del BNG, Xabier P. Igrexas, el que reproduce de forma más fidedigna la línea marcada por su formación.

La ruptura del PSOE vigués se explica, añade la experta, porque "la situación de partida del candidato es muy positiva". "El lema utilizado por el resto de candidatos socialistas de "Siempre hacia delante" no se prestaba para Vigo y es lógico que buscase otra línea", dice.

"Asume todo el protagonismo, para el alcalde con mayores expectativas de victoria de una ciudad española la campaña de candidato es un requisito", advierte Erika Jaraiz, profesora del equipo de Investigaciones Políticas de la Universidad de Santiago, que destaca la institucionalidad de la imagen.

"Es el que utiliza una estética más pop, con el uso de globos de texto, como el del BNG", explica Pablo Vázquez Sande, profesor de Comunicación Organizacional de la Universidad de Santiago, sorprendido por el hecho de que Caballero utilice en el cartel su nombre "pese al grado de conocimiento elevadísimo de la población aunque probablemente sea por un factor estético". "Y el mensaje de autoafirmación que incluye -Si, somos Vigo- también es muy claro", afirma.

Del cartel del PP, Vázquez Sande muestra su sorpresa por el plano tan cerrado de su candidata. "Resulta incluso un poco extraño y llama la atención que su nombre no aparezca al mismo tamaño que el de Vigo", analiza. Le gusta a Jaraiz la apuesta arriesgada de Muñoz. "Es un primer plano magnífico que muy pocos candidatos pueden permitirse y que es tendencia en los últimos años". No obstante, coincide con Vázquez Sande en que es "incomprensible que no haya la misma solidez en la tipografía".

Sobre el cartel del BNG, Jaraiz remarca también que es el que menos se aparta de la línea corporativa, pero advierte un "exceso de ruido por las diferentes tipografías". "Tantos elementos dejan sin ver el nombre del candidato al que le vendría bien elevar su nivel de conocimiento", subraya.

Por su parte, Vázquez Sande destaca de la imagen del BNG el fondo en el que se advierte actividad. "Está difuminada pero permite contextualizar la imagen y que refuerza la idea que quiere transmitir de hacer cosas por Vigo", añade.

En el caso del cartel de Marea de Vigo, Vázquez Sande considera que "hay un exceso de blanco" entre el fondo y la camisa del candidato, Rubén Pérez, pero destaca que es el único que incluye una fotografía con su equipo. "Tiene una estructura de superposición que recuerda a tantísimos maravillosos carteles de las orquestas gallegas y en los que el juego de palabras que encierra el lema, dual, de la candidatura, sobresale", afirma Jaraiz.

Coinciden todos los candidatos en hacer referencia a Vigo, algo que no es muy común. "No es lo habitual usar el nombre de la ciudad en el eslogan pero es el efecto de una senda marcada por Caballero que es el recurso del orgullo por Vigo y todos se suman a esa fórmula", analiza por su parte Torres.

Si hay similitudes en el empleo de la palabra Vigo, también las hay en el caso de los candidatos del PSOE y del PP en reducir el logotipo del partido. En el caso de Caballero, solo se incluye la rosa. Ocurre lo contrario con Marea o BNG, con grandes logotipos.