El proceso de digitalización en la Justicia -y en este caso en los juzgados vigueses- se puso ayer más de manifiesto si cabe con la celebración de la primera rueda de reconocimiento por videoconferencia. Esta diligencia, poco extendida en las salas de instrucción para identificar a un presunto delincuente, tuvo lugar ayer y se desarrolló en las mismas dependencias de una prueba habitual.

Al encontrarse la denunciante o testigo de los supuestos hechos fuera de la ciudad viguesa, el juzgado decretó realizar esta diligencia a través de los tradicionales sistemas de videoconferencia. Para ello se contó con la presencia de cinco voluntarios -en su mayoría se computan como trabajos en beneficio de la comunidad- y un sexto figurante que se presupone el autor del ilícito.

Precisamente hace dos años, la sala viguesa estrenaba la primera rueda de reconocimiento en mujeres condenadas a estos trabajos sociales.