Por si fuera poco con las últimas trabas de Sanidad Exterior a la pesca congelada que han acabado por ahuyentar del todo hacia puertos como Leixões o Róterdam la procedente de China que ahora otra mercancía podría desviar su rumbo de Vigo por una nueva medida restrictiva, esta vez de Agricultura y Pesca, en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del Puerto. A instancias de la sede en Pontevedra de este ministerio, la entrada de harina de pescado por el PIF vigués ha quedado prohibida debido al "insuficiente" espacio que ofrecen las instalaciones de Guixar para analizar estos contenedores.
La circular que afecta a la importación de una carga muy demandada por la industria productora de piensos y acuícola está firmada por Esther López Cobo, Coordinadora Regional en Funciones de Sanidad Animal, departamento adscrito a la citada Dependencia pontevedresa. Su contenido ha dejado perplejos a los operadores vigueses: "Es que no ha habido nuevos cambios normativos en las características que deben reunir esas instalaciones, y nunca en los años que llevan funcionado se han detectado deficiencias como para decretar un bloqueo de esta envergadura", esgrimen.
Enviada por correo electrónico el pasado jueves, la circular informa de que el PIF vigués no ha superado la revisión de las instalaciones y procedimientos para la importación de Productos de Origen No Animal (PONA) y Productos de Origen Animal No Consumo Humano (POANCH) efectuada entre los días 25 y 26 de abril por inspectores del Ministerio de Agricultura y Pesca desplazados desde Pontevedra.
"En el informe del resultado de la Supervisión una de las desviaciones recogidas es que las dimensiones de la zona de presentación de mercancías de la boca de Sanidad Animal son insuficientes para permitir la descarga de los contenedores para poder llevar a cabo controles físicos y tomas de muestras representativos", explica el correo al tiempo que adelanta que "debido al especial riesgo que existe con las harinas de pescado, en tanto en cuanto no sea corregida dicha desviación, no se permitirá la introducción de harinas de pescado destinadas a la alimentación animal por el PIF de Vigo".
Si bien en esta ocasión se deja un margen de maniobra "para intentar causar el menor perjuicio posible a las empresas importadoras" ya que se aceptarán en el PIF aquellos contenedores con harinas embarcadas antes del 1 de junio, este gesto pierde todo el agradecimiento de los afectados por las alternativas que la delegación provincial de Agricultura ofrece a partir de esta fecha. "Aquellas harinas que salgan de su país de origen a partir del 1 de junio, deberán llegar al PIF de Marín o al PIF de Vilagarcía (o a cualquier otro PIF autorizado para ello de otra provincia) hasta que se realicen las obras necesarias en el PIF de Vigo para adecuar las instalaciones", señala la misiva.
Todavía más descolocados quedaron los importadores vigueses por el planteamiento final de la circular: "Sólo en aquellos casos excepcionales en los que, debido a las líneas marítimas comerciales, no sea posible que las partidas vayan a otro puerto distinto del de Vigo, se aceptará un tránsito por carretera hasta el PIF de Marín para que pasen allí la inspección, previa solicitud por escrito". Algunos operadores no pueden ocultar su recelo sobre el hecho de que se proponga como solución las instalaciones de Marín "cuando allí tienen el mismo espacio para revisar estos contenedores". "¿O es que les queda más cerca de Pontevedra a los inspectores?", ironizan.
Sin registrar volúmenes comparables a los de la pesca congelada, la harina de pescado figura destacada en la estadística de las mercancías mensuales difundidas por el Puerto de Vigo. Sus contenedores cayeron desde que Maersk decidió desviar toda la carga seca por Marín, pero aún así cada semana entran por Guixar una media de 6 a 8 depósitos procedentes en su mayoría del continente africano. Durante el primer trimestre de este año por Vigo entraron casi 4.000 toneladas de harina de pescado.
