Vigo recupera su malla verde. El trabajo del Concello, mano a mano con voluntarios y comunidades, ha permitido recuperar los senderos que recorren los montes del municipio, un circuito de una decena de itinerarios que tomó forma poco a poco entre 2014 y 2017 y que quedó desdibujado en octubre de hace dos años durante la ola de incendios que devastó parte de los bosques. Las llamas arrasaron entonces más de 20 kilómetros de tramos repartidos a lo largo de Coruxo, Valladares, Matamá, Comesaña y Zamáns. El fuego calcinó vallas, postes de señalización y paneles informativos y obligó a reponer material y remarcar los itinerarios.
Para reforzar la red el Concello ha decidido ganar una senda en Oia, un nuevo circuito de cinco kilómetros que eleva la oferta total de sendas por encima de los 130 kilómetros, incluyendo los nueve recorridos repartidos por los montes de la ciudad y el bautizado como sendero panorámico -o GR-53-, un extenso pasillo de 39,9 kilómetros de longitud que conecta los parques forestales de Vigo y que a lo largo de su trazado permite disfrutar de la ciudad y su entorno, además de varios elementos destacados del patrimonio natural y arqueológico.
En Vigo el GR-53 se completa con otros tres senderos de menor tamaño: el PR-G1 Galiñeiro, de 8,6 km; el PR-G5, de 4 km; y el PR-G9 Alba-Outeiros, de 12 km. Todos los itinerarios -incluido el GR-53- presentan una dificultad de nivel medio o bajo. El propio sendero panorámico dispone de dos variantes de menor tamaño, de 8,1 km y 10,2.
A diferencia del GR-53, los nuevos senderos impulsados por el Concello en colaboración con las comunidades de montes presentan una característica especial, muy útil para los excursionistas: un trazado circular, lo que permite a sus usuarios empezar y terminar los paseos en el mismo punto sin tener que desandar lo ya recorrido. El trazado en forma de anillo lo comparten las sendas de Candeán, Cabral, Bembrive-Beade, Zamáns, Valadares, Coruxo, Matamá-Comesaña, Saiáns y el que se ha creado ahora en Oia.
Otra de las peculiaridades de las sendas es que tocan puntos destacados de cada una de las parroquias, como parques forestales, yacimientos arqueológicos y enclaves de un especial interés por sus plantaciones autóctonas o vistas. La malla verde de Vigo tomó forma poco a poco, a lo largo de los años, gracias en gran medida a la implicación de las comunidades de montes y de los voluntarios del programa municipal Camiño a Camiño. La oleada de incendios de octubre de 2017 arruinó sin embargo una parte importante de esa labor. De los algo más de 37 kilómetros que suman los "anillos" de las parroquias de Coruxo, Valadares, Matamá-Comesaña y Zamáns, las llamas afectaron a cerca de 20.
Además de recuperar los tramos dañados, se ha trazado un nuevo sendero en Oia que pasa, entre otros puntos de interés, por Fonte do sapo, el petroglifo Chan Grande, los miradores Antena S.M. y Tres Outeiros y el parque forestal de la parroquia. A lo largo de su trayecto coincide en parte con el GR-53.
