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Exalcaldes de Vigo, entre la añoranza y el alivio

Soto cree que Caballero "batirá" sus 12 años en el cargo y Porro prioriza el "interés general"

Los exalcaldes Manuel Pérez, Manoel Soto, Ventura Pérez Mariño, Corina Porro y Lois Castrillo. // R.G.

La campaña electoral se vive con serenidad por parte de quienes ocuparon la Alcaldía de Vigo en los últimos 40 años, aunque no exenta de la añoranza del pasado y algunas heridas aún abiertas. Desde Manoel Soto hasta la predecesora más inmediata de Abel Caballero, Corina Porro, todos han coincidido en que no envidian en absoluto a los candidatos de los partidos por el estrés al que se someten durante estas semanas previas a la cita del 26-M.

Ese día, Abel Caballero podría batir, por primera vez, el récord que ostenta Manoel Soto de 12 años al frente del Concello de Vigo, desde 1979 hasta 1991. "Lo batirá, sin duda. Caballero tiene todo el derecho del mundo a sentir el orgullo de ver que tiene un respaldo abrumador en la ciudadanía, que acepta su gestión", aseveró Soto.

De hecho, ve el resultado "tan cantado que apenas hay inquietudes, salvo ver cuál es la diferencia ahora", subrayó Soto, que recuerda que en su época las campañas eran muy distintas. "Se vivían con otro tipo de tensión. A mí me tocó gobernar en las primeras elecciones democráticas, con ruidos de sables. Fuimos el primer ayuntamiento en dar un apoyo explícito a la democracia tras el 23F [en 1981], y pensábamos que nos iban a fusilar", relata para acto seguido explicar que les movía "el sentimiento de la responsabilidad con tus vecinos y el amor por lo que haces".

Habla el político Soto al reclamar que hay que ser más "beligerantes" con la exigencia del AVE a Vigo "porque es un tema trascendente como lo fue en mi época la autovía, que también se querían llevar por el Sil". "Uno de se retira pero el pensamiento político sigue estando en la cabeza", admite.

Le tomó el relevo, entre 1991 y 1995, Carlos González Príncipe, quien admite sentirse "aliviado" por estar fuera de la política. "Viví con protección policial así que mi recuerdo es horroroso, la campaña de 1995 fue uno de los peores momentos de mi vida por el tema de la empacadora, la primera mentira masiva", señaló. "Por eso admiro la dedicación que tienen todos, porque si a mí me lo pidieran hoy, no volvería", dice.

Manuel Pérez gobernó por el PP de 1995 a 1999, con mayoría absoluta. "Veo las municipales con la serenidad que da el llevar 20 años fuera pero con cierta preocupación y dolor por lo que dicen las encuestas", admite. "Lo mejor que puede hacer un alcalde es ser un buen exalcalde", señaló Pérez, que destaca la importancia de la "colaboración institucional". "El enfrentamiento no lleva a ningún lugar, puede ser rentable a corto plazo pero a medio y largo no lo será nunca", analiza.

Por su parte, Lois Pérez Castrillo ocupó la Alcaldía entre 1999 y 2003 y aunque sigue apoyando al BNG ya no lo hace desde la primera línea política. "Añoranza no tengo ninguna, para nada. Las campañas son estresantes y tienes que andar de un lado a otro y forzar los horarios y la agenda para estar con el mayor número de gente posible... Haces lo que te gusta pero es un esfuerzo muy importante mental y físico", explica Castrillo, que añade a todo ello los sacrificios que la vida política exige a nivel personal y familiar. "No tengo malos recuerdos y de hecho siempre me acuerdo del agradecimiento de la gente porque trabajamos porque Vigo fuese un sitio mejor para vivir", afirma.

"Hay que ser prácticos y cuando se acaba el momento no hay que pensar en lo que habría hecho o lo que no porque eso te lleva a una desazón interior", aseveró por su parte Ventura Pérez Mariño, alcalde socialista durante seis meses, entre junio y diciembre de 2003, tras truncarse el pacto de investidura acordado con el BNG. "Lo mejor que le puede pasar a una sociedad es tener unos políticos buenos porque mejoran la sociedad y ahora Vigo se ha encontrado a uno que lo lleva muy bien", remarcó Pérez Mariño.

Corina Porro, que preside el Consello Económico y Social (CES), participa esporádicamente en la campaña de la candidata del PP vigués, Elena Muñoz, aunque con cierta distancia. "Procuro tener el respeto institucional que el cargo que ocupo requiere, pero llevo Vigo dentro del corazón y no te llegas a desimplicar del todo", manifiesta. Porro, alcaldesa entre 2003 y 2007, recuerda que tras pasar por ese cargo "conoces a la sociedad y sabes cuáles son sus carencias. Eso no quiere decir que sienta añoranza por un puesto pero sí que lo vivo de forma activa y con preocupación por una ciudad que adoro".

Desde su perspectiva, prima "el interés general por encima de todo, también de las siglas, tanto a la hora de reivindicar como de llegar a acuerdos". De hecho, considera como alcaldesa fue "capaz de dialogar con todo el mundo" y afirma que lo nota a diario en la gente con la que se encuentra. "Siempre recibo cariño y respeto, me hayan votado o no, así que misión cumplida", constata.

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