En los últimos siete días, tres chóferes fueron identificados -uno de ellos con condena firme- por sendos delitos contra la seguridad vial por conducción bajo efecto de drogas o alcohol, y en uno de los casos, exceso de velocidad. Para tratar de prevenir estas situaciones, el colectivo Radio Taxi que preside Manuel Chorén acordó en la última ordenanza municipal que ningún trabajador que tenga antecedentes penales pueda trabajar en un taxi. Esto incluye delitos de tráfico o contra la seguridad vial. "Vigo es una de las pocas ciudades de España que aceptó esta petición", subraya Chorén, todavía "impactado" con los sucesos de esta última semana. "Llevo 35 años en el taxi y los únicos problemas que me he encontrado han sido esta semana", lamenta.

Y es que a los hechos sucedidos el pasado martes y sábado, se les suma un tercer caso. El Juzgado de Instrucción 2 de Vigo, en funciones de guardia, celebró ayer un juicio rápido contra un trabajador del sector que aceptó una multa de 720 euros así como la retirada del carné de conducir por 8 meses por al menos duplicar (ya que solo se judicializan los atestados cuyo infractor supera los 0,6 mg/l , sino sería sanción administrativa) la tasa de alcohol permitida al volante. Según precisaron fuentes próximas al caso, el hombre alegó que se encontraba en su día libre y no trabajando, por lo que no se le aplicaron los valores mínimos en caso de conductores profesionales.

Petición al Concello

Esta situación no solo genera preocupación entre los usuarios y el personal trabajador, sino también provoca una "nefasta imagen" para el colectivo. Para tratar de "cortar de raíz" el problema, Chorén ya valoró con el Concello la posibilidad de retirar las licencias a estos trabajadores. "Yo estuve hablando con el Concello para que les retire el carné municipal, que no vuelvan a trabajar en el taxi. Si se contrata a alguien sin antecedentes y luego te hace esto es algo que no esperas, y que no podemos controlar; si la persona no tiene antecedentes no podemos recortar el derecho al trabajo", subraya Chorén, que pide también mayor implicación del Ayuntamiento e incluso de las empresas que trabajan con conductores autónomos para "terminar con estas prácticas".

"Por nuestra parte, en cuanto nos enteramos de estos casos se habló con ellos y se les puso en la calle. Uno ya no está trabajando. Nosotros no queremos a esa gente trabajando con nosotros. El propietario de los vehículos también tiene que controlar estos casos", concluía el presidente de un colectivo que aglutina a más de medio centenar de taxistas en la ciudad.

El caso más grave se produjo el pasado martes, cuando una pasajera grabó como el conductor que la llevaba circulaba a 125 km/h por Beiramar (casi el triple de lo permitido) a la vez que hacía uso del teléfono móvil. Tras ser identificado dio positivo en drogas y alcohol. El suceso registrado este pasado sábado también concluyó con un taxista que dio positivo en cocaína y anfetaminas, si bien no llevaba pasaje.