Una trabajadora del hogar aceptó ayer una pena de 12 meses de prisión por haber robado durante los tres años que trabajó para las víctimas más de 21.000 euros en joyas. La acusada los revendía después en tiendas de compraventa de oro. La vista, que se celebró ayer, se resolvió con un acuerdo entre las partes. La mujer aceptó el año de prisión si bien no ingresará en el penal a condición de no volver a delinquir en los próximos cuatro año así como a devolver el dinero hurtado.

Las víctimas son un matrimonio de la ciudad viguesa así como su nuera, que tenían guardados numerosos objetos de oro que la empleada fue sustrayendo con el paso de los días: tres cadenas de oro, tres pulseras, siete juegos de pendientes de oro con piedras, siete collares, un anillo de brillantes y un reloj de plata y oro blanco.