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La playa de Rodas, en Cíes, retrocedió 30 metros en las últimas seis décadas

La extracción de áridos en Cíes durante los 50 provocó las mayores erosiones

La playa de Rodas, en una imagen de archivo // FdV

La playa de Rodas retrocedió 30 metros durante los últimos 61 años, en gran parte, debido a las extracciones de arena realizadas en Cíes en los años 50, pero los mayores cambios en el periodo más reciente fueron inducidos por la presión turística, la ampliación del muelle y el impacto del canal de entrada al Lago dos Nenos durante los temporales de invierno.

Investigadores de la agrupación Cretus de la Universidad de Santiago han determinado los efectos de las dinámicas naturales y la actividad humana en Rodas durante el periodo 1956-2017 a partir del análisis de imágenes aéreas del Instituto Geográfico Nacional de España con las tecnologías más modernas.

Los resultados evidencian un destacable retroceso del arenal, así como "cambios importantes" en los últimos 7 años estudiados, con una regresión de 14,14 metros en la zona norte.

También el volumen de las dunas, que constituyen "un espacio singular en el noroeste de la Península", fue analizado con tecnología LiDAR -que combina radar, láser y GPS- en 2010 y 2015. Y los resultados determinaron una elevación en el 83% de su superficie, sobre todo en el frente del sistema, y en el norte. Las elevaciones fueron muy pequeñas pero podrían estar relacionadas con las condiciones invernales o una posible recuperación del sistema.

En todo caso, los autores del estudio advierten que la presión humana en el sistema dunar de la playa de Rodas es "un desafío para su estabilidad".

"Los resultados demuestran que la playa está retrocediendo en los últimos años. Y aunque gana algo de volumen, lo hace en valores muy bajos y en sectores determinados. Por eso es complejo decir si las recuperaciones tras los temporales de invierno son puntuales o el sistema va hacia una evolución distinta. El desplazamiento de las dunas afectaría al actual proceso de colmatación del Lago dos Nenos", explica Alejandro Gómez Pazo, geógrafo del grupo Ambiosol y autor principal del estudio.

En este sentido, propone monitorizar la playa con otras tecnologías para mejorar el conocimiento de sus dinámicas. "En las conclusiones del trabajo planteamos la necesidad de estudios con más detalle. Sería muy interesante utilizar drones para capturar imágenes con una mayor periodicidad temporal, cada invierno o durante varias veces al año, y mejor calidad. Su resolución es de 1,5 centímetros frente los 10 metros de las imágenes por satélite", apunta.

La novedad del estudio, que acaba de publicar Journal of Marine Science and Engineering, radica en el periodo de tiempo analizado -los trabajos más recientes, muchos de ellos de expertos de la Universidad de Vigo, no comprenden la última década- y en la aplicación de la tecnología LiDAR para medir las dunas, así como del GIS (Sistema de Información Geográfica) y la herramienta digital DSAS para medir los cambios en la línea de costa.

Gómez Pazo, titulado en Geografía por la USC y con un máster en Tecnologías de Información Geográfica por la Universidad de Alcalá, lleva varios años investigando en Illas Atlánticas. Y junto con otro de los coautores del trabajo, el catedrático Augusto Pérez Alberti, ha determinado la existencia de 10 tipos de costa en el archipiélago de Cíes.

El tercer autor, el biólogo vigués Xose Lois Otero Pérez, también cuenta con varias investigaciones desarrolladas en el parque sobre la influencia de las gaviotas en los ecosistemas de los acantilados.

El arenal de Rodas tiene una extensión de alrededor de 1 kilómetro. El área analizada suma 575 metros de largo y se dividió en tres sectores. Como línea de costa se tuvo en cuenta la línea de vegetación de las dunas, ya que la marea alta "no es el indicador más adecuado en las costas gallegas".

El trabajo aborda la evolución de la playa en diferentes épocas. El periodo comprendido entre 1956 y 1981 es el de mayor erosión, particularmente en el norte y sur, por la extracción de arena que tuvo lugar en los años 50. Y esto provocó la aparición de una entrada efímera de agua en la parte de la playa que conecta el Lago dos Nenos con el mar durante los temporales del invierno.

Además, este periodo también coincidió con el oleaje más elevado. Las olas superiores a los 3 metros representaron el 13,09% del total. Un porcentaje que fue disminuyendo desde el 81 y, sobre todo, entre 2008 y 2010.

Las tasas de erosión entre 1981 y 2017 fueron "mucho más bajas". El retroceso generalizado de la línea de costa fue inferior a 5 metros y se registró un alto nivel de sedimentación en la parte más al norte y, en menor medida en el sur.

Sin embargo, cuando el foco se centra en los años más recientes se observa desde 2010 una "severa erosión" del sistema, sobre todo, en el norte. Los expertos señalan que puede ser debida a la ampliación del muelle de Rodas, que tuvo lugar ese mismo año.

Ademas entre 2010 y 2017 hubo un aumento de las olas por encima de los 3 metros, que representaron el 12,4% del total. Y también se incrementó la frecuencia de las tormentas, especialmente en comparación con el periodo anterior -2008-2010-.

Mayor presión turística

La ampliación de la infraestructura de atraque es una consecuencia clara del aumento de visitantes. En su artículo, los tres expertos de la USC señalan que solo en ocho años, entre 2008 y 2016, aumentaron en 100.000 hasta rozar los 245.000. También consideran "relevante" que en años más recientes la temporada se haya ampliado más allá de los meses de verano.

Subrayan además su relación con el canal efímero del norte, que incrementa la amenaza de erosión del arenal cuando las olas superan el dique del Lago dos Nenos, ya que el sistema está afectado por los eventos "más energéticos".

En su artículo, los investigadores también apuntan a los caminos creados por los visitantes que caminan entre las dunas -una actividad frente a la que el Parque Nacional Illas Atlánticas ya ha tomado medidas-, además de la retirada accidental de arena.

"Hay que medir muy bien hasta qué punto se puede llegar con el turismo. La arena de Rodas es prácticamente siempre la misma porque no hay entrada de sedimento desde el continente. La mayor proporción de sedimento corresponde a depósitos antiguos y si los pierdes no se recuperan", destaca Gómez Pazo.

Y en este sentido se refiere a estudios realizados en Baleares para cuantificar la arena que los bañistas extraen accidentalmente de las playas en los pies o la ropa. "Midieron lo que quedaba en las escaleras y los resultados son impresionantes", revela.

Los tres expertos abogan por seguir realizando estudios de este tipo para implantar mejores medidas de gestión. Gómez Pazo apuesta por una "evolución natural" frente a los aportes artificiales de arena. "Lo mejor es no influir en el sistema. La playa está en un parque nacional y perdería su valor natural. Sí se podría modificar el número permitido de visitantes o las actividades autorizadas en determinadas zonas", concluye.

Alejandro Gómez Pazo - Autor principal del estudio

"Se está retirando aunque ganó algo de volumen en sectores determinados"

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