| En claro contraste con los grandes buques que nos suelen visitar ayer atracó en la Estación Marítima el pequeño Corinthian (imagen de la izquierda), un crucero de lujo que cumple las funciones de yate oceánico. Especializado en viajes de alto nivel tanto marítimos como terrestres, a bordo viajaban 86 pasajeros de nacionalidad estadounidense atendidos por 65 tripulantes, según el consignatario Incargo Galicia. El pasaje realizó una visita guiada a la ciudad, visitó Combarro y disfrutó de una actuación folclórica a bordo. Los cruceristas arribaron a Vigo dentro de un viaje al viejo continente, que incluye cuatro días en Lisboa, donde embarcó, más otros tres en Londres, antes de regresar a los Estados Unidos. Y de esta escala que duró horas a la del flamante magayate Flying Manta que ha decidido quedarse lo que resta de mes. Este barco de 42 metros de eslora llegó el sábado procedente de Cascais (Portugal) y tras una breve parada frente a Cangas a la espera de su helicóptero tan pronto se posó en su cubierta puso proa a la dársena de Marina Davila (en la imagen izquierda). Informa: Fco. Díaz Guerrero.