"Poco plausible", dice Renfe. "Excesivamente optimista e imposible en la práctica", añade la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Ni la compañía, que se opuso sin éxito a que Competencia autorizase a Arriva a operar el segundo tren privado del Estado entre A Coruña y Oporto, ni la entidad dependiente de Fomento, creen que la filial de Deutsche Bahn pueda realizar el viaje en el tiempo que figura en su plan comercial, de menos de tres horas.

Arriva, en todo caso, esperará a la electrificación de la línea, en marcha a ambos lados del Miño. El inicio no tendría lugar, según recoge el informe de Competencia sobre la propuesta de Adif, hasta el año 2020.

Arriva se congratuló ayer por la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de autorizar el tren internacional con paradas en Santiago, Vilagarcía, Pontevedra, Vigo, Valença, Viana y Nine. En un breve comunicado, la empresa se muestra "muy satisfecha por haber obtenido luz verde al planteamiento de su proyecto". "Ahora toca ponerse a trabajar de inmediato para lograr que los planes se materialicen", indica, "y poder dar una respuesta satisfactoria a una demanda de transporte de muchos viajeros gallegos y portugueses, que se desplazan a diario por el Corredor Atlántico".

Competencia concluye que el servicio, que generará nueva demanda y mejorará la oferta actual, no causará un desequilibrio económico a Renfe como operadora del servicio público entre Vigo y A Coruña por contrato con Fomento

La compañía intentó frenar la autorización, al considerar que produciría un "importante menoscabo" de sus ingresos por la venta de billetes. Argumentos que figuran en el informe de Competencia junto con las apreciaciones de Adif, por cuyas líneas discurrirá el nuevo enlace ferroviario de Arriva.

El proyecto arrancaría con seis horarios en 2020 y 2021 para después ampliarlos a ocho en días laborables. Los fines de semana serían cuatro, según el documento facilitado por Arriva.

Renfe considera "poco plausible" que Arriva consiga mejores tiempos que los que ellos ofertan actualmente. Añade que si sus tiempos están calculados sobre la mejora de la infraestructura, Renfe también los logrará, en referencia al tramo entre A Coruña y Vigo. Y es que el tren Celta entre Vigo y Oporto lo opera Comboios de Portugal y Renfe no tiene coordinados sus horarios con dicho servicio.

Adif considera, por su parte, que "la estimación de Arriva es excesivamente optimista e imposible en la práctica" porque no ha computado la velocidad de los diferentes subtramos ni "la dinámica del movimiento de los trenes: aceleración, frenado, curva, rampas...". Competencia concluye, sin embargo, que el ferrocarril privado sí mejorará las frecuencias.

En todo caso, el ente estatal asegura que las líneas y los tramos afectados "tienen capacidad suficiente disponible para la circulación del nuevo tráfico propuesto". Si bien algunas circulaciones, añade, requerirán de "ligeros ajustes" sobre los horarios propuestos por Arriva.

La electrificación de la línea forma parte de un acuerdo que firmaron los gobiernos luso y español en 2015 y que, aunque avanza, lo hace por detrás de los tiempos previstos. La parte portuguesa llega a Viana, tras completar el tramo desde Barcelos. En total, restan medio centenar de kilómetros, que en el país vecino prevén tener listos a final de año.

En el tramo gallego, el trayecto entre Guillarei y Tui, de 5 kilómetros, ya ha sido licitado. Y se han dado otros pasos como la autorización del Consejo de Ministros el pasado enero para la adaptación de la infraestructura. Sin embargo, están en el aire los 8 kilómetros de Arcade a Redondela. Adif ha comentado que en la redacción del Plan Noroeste se contempla la inversión, de 15 millones, pero hasta 2025.