José García Pérez es el primer beato vigués de este siglo. Pero la ciudad desconoce su existencia. "José de Teis" fue uno de los 60 beatificados en noviembre de 2017 en Vista Alegre. Nacido en 1915 en San Xoán de Montes, lo ejecutaron en Paracuellos en 1936 cuando era novicio. La Diócesis de Tui-Vigo y las Hijas de la Caridad se han propuesto descubrir a la población esta figura y su historia. Para ello, el viernes organizarán una eucaristía en la Concatedral de Vigo, a las 19 horas.

Conocido como "Pepiño", procedía de una familia muy numerosa y humilde, según cuenta sor Rosario González, responsable de Las Hijas de la Caridad. Tenía 14 años cuando murió su padre, por lo que tuvo que ponerse a trabajar. Lo hizo como albañil, de la mano de un constructor que tenía en gran estima a su progenitor. Fue entonces cuando entró en contacto con esta congregación, al trabajar en unas obras en su colegio-asilo Niño Jesús de Praga.

La encargada del comedor, sor Hermelinda, se percató de que desaparecían los mendrugos del comedor que dejaban los comensales y que ella reutilizaba para dar de comer a las gallinas. Preguntó y Pepiño reconoció que los cogía para él y sus hermanos. La superiora, sor Magdalena, se dio cuenta de "su nobleza" y el hambre que pasaba. A partir de ese día, comía con los niños del asilo.

"No sabía leer ni escribir ni nada del Evangelio", detalla. Así que sor Hermelinda empezó a enseñarle sin que él dejara de trabajar. "Se entusiasmó, era de alma muy noble y sincera", destaca sor Rosario. Lo que aprendía se lo enseñaba a los chicos de su barrio lo que aprendía en el colegio. Lo hacía junto a la capilla de San Xoán do Monte, en la que no se celebraba la eucaristía, sino que se centralizaba en la iglesia de San Salvador de Teis. Pero Pepiño convenció a los jesuitas para que eso cambiara. Con los otros niños, se encargaba de mantener limpio el pequeño templo.

Cuando él tendría unos 17 años, pasó por el colegio un sacerdote de la orden de San Vicente de Paúl y decidió ingresar en el colegio apostólico Villafranca del Bierzo (León). En agosto de 1935, empezó el noviciado en Hortaleza. "Pero no lo pudo terminar porque acabó en el martirio de Paracuellos, a los 21 años", recuerda sor Rosario.

"Vamos a perdonar a todos porque no se dan cuenta de por qué nos matan". Es la frase que cuenta sor Rosario que pronunció cuando ya iba maniatado de camino al lugar en el que lo fusilaron el 28 de noviembre de 1936.

En noviembre de 2018 fue beatificado. Mañana, en la eucaristía, se entregará una estampa con su vida y una oración. También se pide a los fieles que, si se obtiene alguna gracia por intercesión de este beato, lo comuniquen a la Diócesis. Señala que, de comprobarse que se trata de un milagro, se podría canonizar, ya que la causa no está cerrada.