Una de las cuatro figuras de bronce que reposan a los pies del monumento a José Elduayen en el jardín de Las Avenidas fue arrancada este fin de semana del pedestal de piedra en un acto que en un primer momento se ha atribuido a participantes del botellón que se celebra por la noche en el entorno. Así lo han aseverado el presidente del Puerto, Enrique López Veiga y los hosteleros de la zona. A la espera de que se determine la autoría, el Concello anunció ayer que la estatua se arreglará "de inmediato" y que tratará de "localizar" a los culpables.

La fotografía de una de las esculturas del monumento en el suelo fue publicada ayer en redes sociales por la Asociación en Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) a raíz de la denuncia de un ciudadano, José Ignacio Reboreda, que acompañó la fotografía de una airada queja sobre lo ocurrido. "Lo digo y lo repito, el Náutico está fuera de control y en un estado de dejadez que va a pasarnos a todos una factura que no sé si podremos hacerle frente. Es hora de actuar para frenar este deterioro que amenaza con ir a más si no lo remediamos", escribió el domingo en su página de Facebook.

La reparación del grave daño al monumento, inaugurado en 1896 y obra de Jenaro de la Fuente, costará a las arcas públicas "no menos de 10.000 euros", según un primer cálculo del presidente de Apatrigal, Carlos Fernández Coto.

"Refleja un desprecio por el patrimonio y la cultura de Vigo y denota sobre todo falta de civismo y de educación", valoró el arquitecto, que recordó que algo similar ocurrió con la estatua de San Vicente en Lugo, la Fuente de la Gándara de Mondariz o las pintadas de la Catedral de Santiago. También, hace apenas unos días, apuntó, hicieron una pintada sobre una escultura de piedra de los jardines del Quiñones de León. "Hace falta más educación y también más autoridad porque estamos deteriorando nuestra historia", recordó.

Por su parte, el presidente del Instituto de Estudios Vigueses, Xoan Carlos Abad, lamentó que "monumentos que se conservan durante tantos años sean destrozadas en apenas unos minutos" por personas que ,a su juicio, desconocen la importancia de nuestro patrimonio. "Es una asignatura que tenemos pendiente, si se conociese mejor se valoraría mucho más", indicó.

"Es una barbaridad", remarcó el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, tras conocer lo ocurrido. El titular del Puerto también atribuyó al botellón este tipo de actos vandálicos y admitió la dificultad de "controlar" todo lo que ocurre. "Es algo impensable que alguien vaya a hacer eso como también es imposible de predecir que se les dé por soltar las amarras de los barcos, como ocurrió no hace mucho, o que alguien se caiga borracho al agua y tenga que lanzarse un policía a rescatarlo, como también ha pasado", resumió López Veiga. "No podemos tener a un policía detrás de cada cafre de estos", lamentó.