Greenpeace y los Comuneros de Montes en Mano Común de Teis firmaron en 1998 un acuerdo para recuperar las condiciones naturales del monte de A Madroa, sustituyendo de forma progresiva las especies invasoras por las propias del bosque atlántico gallego. Ambas organizaciones celebran este domingo el veinte aniversario de esta iniciativa con una jornada de mantenimiento del soto de castaños, que se plantó en 1999.

Greenpeace destaca que A Madroa es una demostración de que "otra política forestal es posible". Naciones unidas distinguió el año pasado a esta comunidad de montes y a las de Froxán y Covelo por sus buenas prácticas para recuperar la biodiversidad y por la eficacia en la conservación.