Multa de 450 euros y una orden de alejamiento por un periodo de seis meses. Esta es la condena que el Juzgado de Instrucción 5 de Vigo impuso al cliente de un bar por amenazar e insultar a su dueña, quien se vio obligada a traspasar el negocio por el acoso constante.

El juicio tuvo lugar el pasado 25 de abril. La mujer declaró que todo comenzó cuando se negó a servirle alcohol al llegar a la cafetería ya "borracho". "Me llamaba 'puta negra' o 'negra de mierda'; que le quitaba el puesto de trabajo a un español; un día por teléfono me dijo que cualquier día que estuviese sola ya sabía lo que me esperaba; también decía que iba a apuñalarme a mí y a los clientes", declaraba la trabajadora durante la vista.

El hombre, al ser preguntado por uno de los días en que causó problemas en el local, contó que tras beber "un par de copas" entró al bar a pedir otra "y no me la puso". "Le dije que se fuera a su país, que se fuera a su puta Nigeria negra", indicó. Sobre las presuntas amenazas de muerte, su respuesta en la sala de vistas fue la siguiente: "¿Que yo voy a amenazar a una mujer de muerte? ¿Para qué? ¿Para que me denuncie? Yo la mato directamente", aseguraba durante el juicio.

La versión del hombre es que en cuanto ella le prohibió entrar en el bar, dejó de hacerlo. "No volví a ir más y después recibí la orden del juez; una vez llamó a la Policía, pero yo estaba en la acera, y allí puedo estar", esgrimió el ahora condenado, si bien la sentencia no es firme y contra ella cabe recurso.