El nuevo Gobierno que encabece Pedro Sánchez tendrá una oportunidad de oro en los próximos cuatro años para desatascar, impulsar o consolidar proyectos estratégicos para Vigo en materia de infraestructuras y conexiones y así devolverle el favor a la ciudad española que más ha confiado en su palabra en estas últimas elecciones generales. Sobre la mesa destacan actuaciones clave como el AVE directo por Cerdedo, la inclusión del Puerto en la red básica europea, la salida sur hacia Oporto, la autovía alternativa a la A-55, el fin del peaje Vigo-Redondela, el abastecimiento de agua o la conexión de Balaídos a la red eléctrica de Muy Alta Tensión (MAT), entre muchas otras.
El AVE directo a Madrid es desde hace más de una década una reclamación unánime de la sociedad viguesa. Olvidada por varios gobiernos, su tramitación ha tenido que volver a empezar de cero en los ocho meses que ha estado Sánchez en el poder y a principios de año se publicaba en el BOE el estudio de impacto ambiental, que durará tres años. El próximo Ejecutivo socialista deberá tutelar este proyecto para que no sufra nuevos retrasos y que los vigueses, de una vez por todas, puedan contar con una conexión directa con la capital española en alta velocidad.
Otra cuenta pendiente en Vigo es la inclusión del Puerto en la red básica europea de transportes, categoría que le daría un mayor acceso a fondos comunitarios para nuevas inversiones y que sí tienen otras terminales mucho menos generadoras de riqueza -como la de A Coruña-, así como la salida sur que permitiría dotar a la terminal de Bouzas de ferrocarril -lo que elevaría la competitividad portuaria y de la industria viguesa de automoción- y una conexión directa Vigo-Oporto. En ambos casos, la presión que pueda ejercer el Gobierno de España ante la Comisión Europea (CEP) resultará vital.
También por solventar, aunque ya se han dado los pasos entre Concello, Gobierno y Xunta, es el problema del abastecimiento de agua al área de Vigo. El embalse de Eiras resulta claramente insuficiente en épocas de sequía para garantizar el suministro la ciudad y a buena parte de los otros nueve concellos de la comarca y las soluciones pasan por construir una nueva presa, un recrecido de la actual o un trasvase. El Gobierno, por la magnitud de la inversión y su impacto demográfico, debe agilizar los trámites y buscar un acuerdo a tres bandas.
En autopistas, el Ejecutivo de Sánchez tendrá que desvelar de una vez por todas si asume el clamor de los vecinos de Teis y Chapela de liberar el peaje de Redondela, el tramo más caro de toda la red de autopistas del Estado y que conforma la única circunvalación urbana de la AP-9 en la que se cobra por circular -en Pontevedra, Santiago y A Coruña, no-; y velar por la conversión del último tramo de autopista en urbano y la nueva conexión hacia el centro urbano desde la avenida de Buenos Aires.
Igualmente sigue pendiente la construcción de la autovía alternativa a la A-55, una de las más peligrosas del Estado y principal vial de acceso a Vigo, cuya declaración de impacto ambiental se dejó caducar y ha sido necesario encargar un nuevo informe.
Biblioteca del Estado
Otros proyectos en distinto grado de consecución son la Biblioteca del Estado, para la cual se barajan varias ubicaciones; la reforma de la avenida de Madrid, para la que ya hay un acuerdo; la recuperación de las murallas de O Castro -ya se firmó el convenio para rehabilitarlas por 830.000 euros- o el enganche de Balaídos con la red de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño y que mejoraría la fiabilidad del suministro eléctrico en la ciudad y permitiría importantes ahorros de costes a la primera industria de Vigo: la planta de PSA.
