La goleta vasca Atyla se convirtió ayer en la primera embarcación de vertiente divulgativa que amarra en el muelle de Portocultura. Un atraque que aprovechó para celebrar una breve jornada de puertas abiertas, una de las actividades que el Puerto buscaba potenciar cuando reformó el edificio y suprimió la valla que impedía el acceso a un entorno cuyo jardín preside la escultura de Gonzalo de Vigo.

Gestionada por la Fundación Traslatio, la Atyla viaja tripulada por ocho personas y arribó con cuatro pasajeros, a los que se les unieron otros cinco en Vigo. En paralelo a los preparativos de su próximo itinerario muchos vigueses pudieron conocer las entrañas de este barco durante las seis horas que se abrió a la visitas.

Sus tripulantes tenían previsto zarpar de Vigo a primera hora de la tarde de hoy para iniciar un minucioso periplo por aguas de la ría recorrido por la ría viguesa y la exploración del archipiélago de Cíes que finalizará el próximo sábado en O Grove.

Esta goleta, que no es una réplica sino que se trata de una embarcación original inspirada en los veleros del siglo XVIII, desplaza 120 toneladas y mide 31 metros de eslora por 8 de manga y 3 de calado. Sus dos mástiles, el mayor de 25 metros de altura y el trinquete de 22, sostienen un aparejo que suma 410 m². Al mando figura Rodrigo de la Serna, joven marino sobrino del constructor del barco. En Vigo la Atyla concluyó una travesía bautizada como "Experiencias Gallegas" que arrancó en Gijón, desde donde siguió a Cedeira y A Coruña.