Las críticas lanzadas en las últimas semanas por parte de colectivos ecologistas contra el proyecto de ampliación de la terminal de Bouzas no hacen ninguna mella en la determinación del Puerto de seguir adelante con una obra a la que ya 14 ingenierías optan a definir su diseño. "Probablemente en la Edad Media, Galicia era más bonita que ahora, pero no podemos pretender ser un puerto importante sin hacer nada", argumentó el presidente.

Veiga rememoró el colapso del pasado verano como demostración de que la capacidad de estos muelles "es ya limitada" para defender la necesidad de la obra por las elevadas previsiones de producción de PSA. "No podemos dormirnos si queremos mantener aquí a PSA", agregó. Insistió en que más que ganar superficie con los dos rellenos que suman hasta 65.000 m2, la ampliación habilitará atraque hacia el exterior e interior de la dársena pasando de operar de dos a seis grandes Ro-Ro. "Si no hacemos nada, los tráficos se irán a otra parte", justificó para resaltar que no aprecia un "impacto medioambiental adicional" por parecerse esta actuación a una lanzada en 2011 cuyo estudio ambiental concluyó que el verdadero daño ya se había causado con el aterramiento de la megaexplanada actual.