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PSA trabaja en lanzar otro modelo en Vigo para cubrir el vacío de los sedanes

El grupo quiere asegurar la saturación máxima de la planta de Balaídos

Un trabajador de Balaídos en un puesto "bajo caja" con los nuevos exoesqueletos. // PSA/Víctor Cameselle

La industria del automóvil no para. Reciente todavía el lanzamiento de las furgonetas K9, la adjudicación de una cuarta silueta para Toyota y los primeros montajes del todocamino V20 (P24), el Grupo PSA ya está estudiando la atribución a Vigo de otro modelo que asegure la saturación máxima de la planta y, por tanto, su mayor rentabilidad. Fuentes consultadas por este diario admiten que hay equipos trabajando en este proyecto, que vendría a llenar el hueco que dejarán los actuales sedanes para mercados emergentes (proyecto M3-M4), que cada vez tienen más complicada su exportación desde Vigo, y sería un vehículo compartido con otras fábricas de la multinacional automovilística francesa.

El rumor de un nuevo proyecto a continuación del V20 corre por los talleres de Balaídos desde hace meses y fuentes del sector aseguran a FARO que el proyecto existe y que podría materializarse antes de lo previsto: el próximo año. Se trata de un automóvil de la plataforma CMP (Common Modular Platform) que reemplazaría en línea a los sedanes C-Elysée y 301 (un proyecto cuestionado desde el principio por el escaso volumen de producción que ha generado y las cada vez mayores dificultades para exportar estos vehículos a sus mercados finales, tanto enteros como despiezados) y compartiría espacio con los todocamino, cuya producción en serie arrancará a la vuelta de las vacaciones de agosto.

Las mismas fuentes matizan que la decisión no está tomada, y que dependerá, en buena medida, de la actividad que puedan generar los V20. Las previsiones que maneja PSA es que estos SUV compactos de la marca Peugeot alcancen las 250.000 unidades anuales en un escenario de ventas positivo, por lo que quedaría hueco suficiente en la línea 1 para introducir una nueva silueta que garantice la saturación del Sistema, trabajando con cuatro equipos (mañana, tarde, noche y fin de semana) al máximo de cadencia, como la línea 2, en la que se ensamblan las tres furgonetas K9, los monovolúmenes y desde finales de año, una cuarta furgoneta de Toyota.

Este coche de refuerzo permitiría acabar de una vez con el desequilibrio productivo entre líneas que sufre desde hace dos años Balaídos y arrancar la nueva década con un escenario similar al que disfruta ahora la planta rival de Vigo: Figueruelas, con sus dos líneas saturadas de vehículos. Las mismas fuentes recuerdan que con las nuevas plataformas modulares (Vigo tiene las dos, la CMP y la EMP2), al grupo francés le resulta más sencillo y rápido poner en marcha un lanzamiento en una o varias plantas, y apuntan que el nuevo proyecto al que aspira Balaídos será compartido con otras factorías del grupo con plataforma CMP.

Lo que se da por seguro es que no será un sedán ni un monovolumen, dos siluetas que han sido desplazadas en el mercado en los últimos años por los SUV o todocaminos, y que podría ser 100% eléctrico. Si finalmente se confirma esta nueva adjudicación cobraría también sentido la mayor necesidad espacio en la terminal Ro-Ro de Bouzas, en la cual ya está planificada una ampliación para 2024, y las previsiones de empleo (4.000 nuevos puestos de trabajo directos en el sector) y producción difundidas por los responsables del grupo para los próximos años (que llegan a superar incluso la barrera de los 600.000 coches al año, una cota nunca alcanzada hasta ahora en Balaídos: el máximo histórico se registró en 2007, con 547.000 coches).

La planta viguesa volvió a aumentar su producción el pasado marzo tras seis meses de caídas y encara ahora una etapa de crecimiento a la que este nuevo proyecto pondría la guinda con un espaldarazo a la actividad y al empleo.

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