La vista de pájaro es un privilegio para el ser humano, acostumbrado a observar su alrededor desde un plano nunca cenital. Los aviones son una solución recurrente, así como los drones, para disfrutar de los paisajes en su máxima plenitud y percibir el encanto del territorio que nos rodea. En FARO, ya hemos paseado por las nubes en numerosas ocasiones. Hemos quedado encantados con los tesoros de la ría de Vigo, gozado de las maravillosas aguas cristalinas de las pozas de Melón, 'espiado' las virtudes de Oia, sobrevolado la fortaleza de Baiona o la marisma de Vigo y disfrutado de las playas de Patos y Samil, como se puede comprobar en este vídeo:

Un paseo por las nubes: Así es Samil desde el cielo

Un paseo por las nubes: Así es Samil desde el cielo

De esta vez, son las rías Baixas las que se desnudan ante la mirada de los lectores a través de las fotografías tomadas por un aviador que, tras recoger el encargo que le habían hecho sus seguidores por Twitter, tomó cuatro instantáneas desde la cabina de pilotaje de su avión. Un regalo para los ojos del que no muchos podemos disfrutar si no es por medio de postales. Una maravilla que permite conocer a cientos de metros de altura uno de los paraísos terrenales de Galicia: el espectáculo geográfico de la desembocadura del Miño, que separa Galicia de Portugal, y las pronunciadas y tan características curvas de la costa gallega. Con Vigo al fondo y A Guarda perfectamente visible, las imágenes deleitan a los tuiteros incluso con una pequeña zona del norte del país luso: la franja litoral de A Foz do Minho. Disfruten del espectáculo: