La Audiencia Nacional y la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo han admitido a trámite el recurso presentado por un despacho de abogados en representación de varios comerciantes contra el Centro Comercial Vialia que se construirá en la futura estación del AVE diseñada por el arquitecto Thom Mayne.
Son cuatro los principales argumentos contra Vialia sostenidos por el letrado Antonio Tena, del bufete Barrilero y Asociados. En primer lugar considera que la obra será adjudicada al amparo de la denominada ley urbanística exprés, que refleja que cuando se den razones de urgencia o excepcional interés general es posible ejecutar proyectos promovidos por organismos públicos incluso cuando sean contrarios al planeamiento urbanístico.
"Sin embargo, no estamos ante la construcción de ningún centro de interés general, sino que se trata de un centro comercial que sirve exclusivamente a intereses privados", afirma el abogado.
En el recurso presentado también denuncia que no se ha previsto ninguna solución para el tráfico, que previsiblemente se verá incrementado por la construcción de Vialia. "Es importante señalar que actualmente en el centro de Vigo se producen atascos y el colapso del tráfico rodado, situación que se verá seriamente deteriorada", avisa.
Otra de sus alegaciones es que para una superficie de más de 43.000 metros cuadrados de suelo comercial se ha previsto la construcción de 1.600 plazas de aparcamiento, "cuando según la normativa se requieren 2.150".
"En lo que respeta a la evaluación de impacto medioambiental, está previsto que el proyecto de trazado sea sometido a una evaluación simplificada, cuando la Ley 21/2013 de 9 de diciembre exige que se realice la evaluación del impacto medioambiental ordinaria que, además de ser la que corresponde, es más rigurosa", explica el abogado Antonio Tena.
"Lo de los centros comerciales en esta ciudad es una auténtica locura", opina.
No han trascendido los supuestos comerciantes que han presentado esta denuncia contra el centro comercial Vialia. La Federación de Comercio de Vigo y las asociaciones de O Calvario y Traviesas, entre otras, se han desmarcado de este proceso.
