Las demandas contra compañías aéreas ya forman parte del trabajo diario del Juzgado de lo Mercantil de Vigo. De hecho, son su pleito estrella. En 2018 -un año especialmente caótico en el sector por el sinfín de cancelaciones y retrasos de vuelos derivados de las huelgas de Ryanair y la desconexión del sistema antiniebla ILS en el aeropuerto vigués de Peinador- se registraron más de 220 procedimientos de esta materia. Y la tendencia no cambia, porque en el primer trimestre de este ejercicio ya se contabilizaron 62 litigios contra aerolíneas.

Las huelgas y la existencia de cada vez más información sobre la opción que tienen los viajeros de acudir a la vía judicial para defender sus derechos explican el aumento de asuntos. Pero, al menos en el caso de Vigo, hubo otro factor que contribuyó al incremento de demandas. Tradicionalmente, un pasajero que decidiese pleitear debía presentar el asunto en el juzgado correspondiente al de su domicilio. Es decir, en el caso de la sala viguesa, le competían las causas promovidas por residentes del partido judicial: de la ciudad olívica y de los ayuntamientos del Val Miñor. Esto sigue siendo así, pero una resolución del Tribunal Supremo del pasado año añadió a éste un mayor número de criterios.

En virtud de ese auto judicial, también se puede presentar el litigio en el juzgado correspondiente a donde esté el aeropuerto del que sale o a donde llega el vuelo objeto de la demanda. O en cualquiera de los tribunales en los que, en su territorio de competencia, la aerolínea contra la que va el procedimiento disponga de oficina.

Este cambio que introdujo el Supremo contribuyó a que aumentase aún más la carga de trabajo en Vigo. Y ello debido a que la ciudad cuenta con un aeropuerto en el que, además, varias compañías disponen asimismo de oficinas.