La Iglesia de Santiago el Mayor volvió a ser escenario del inicio de la Semana Santa en Vigo, solemne celebración que, si el tiempo lo permite, las tallas en honor a la Virgen y Sagradas Escrituras volverán a recorrer las calles de la ciudad. Porque este año, la lluvia amenaza más que la falta de cofrades, que según precisó su coordinador Ángel Dorrego, sumarán cerca de 150 favoreciendo la salida de todas las imágenes religiosas.

Previamente a estas procesiones, que se inaugurarán el Domingo de Ramos con la tradicional Borriquita, ayer tuvo lugar la celebración de la Santa Misa, oficiada por el Obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza. A continuación tuvo lugar la lectura de un pregón que corrió a cargo del sacerdote y delegado de la Pastoral Juvenil, Don Samuel Montes. El pregonero animó con sus palabras a afrontar "el reto que se nos propone": "Liberarnos de prejuicios y miedos y comenzar a convivir todos los días del año" . Montes, quien agradeció a Dorrego su dedicación, destacó que la importancia de la Semana Santa radica "en que actualizamos en amor de Dios. Ese amor se palpa de manera especial. Hay que transmitir este amor con fidelidad y pasión. La Semana Santa siguen siendo trascendental para la humanidad, también para los hombres y mujeres de Vigo".

El sacerdote también tuvo un recuerdo para los más jóvenes, a quienes animó a ser partícipes de esta celebración. "Los jóvenes necesitan conocer que Cristo da sentido a todo cuanto somos y anhelamos. A todos nos gustaría que los templos y seminarios estuviesen llenos, pero la realidad es la que es. Vigo debe ser el Vigo de la Semana Santa porque es una ciudad con la que Dios está comprometido", concluyó Don Samuel.