Las demandas de cláusulas suelo, igual que otros pleitos bancarios, no cesan. Pese a la avalancha registrada en 2017 y 2018 en Vigo, que se tradujo en la friolera de casi 5.300 litigios, este tipo de causas no se agotan. Al contrario, siguen entrando a diario, a un ritmo de siete nuevos asuntos cada jornada. Así lo evidencian las estadísticas del primer trimestre de 2019, que arrojan que durante ese período el tribunal que las tramita, el Juzgado de Primera Instancia 14, contabilizó 657 procedimientos. Una cifra que supone el doble de la carga de trabajo que asume cada una de las salas civiles que llevan asuntos ordinarios.

Esa sala de Primera Instancia que resuelve demandas de suelo hipotecario -junto a otra del Casco Vello que ya no recibe casos nuevos- es de hecho uno de los tribunales vigueses que más asuntos contabilizó de enero a marzo, solo superado por dos juzgados de Instrucción. Junto a las causas de cláusulas que siguen entrando, el problema es que debido al aluvión de estos casos que hubo en los dos ejercicios anteriores, se acumulan aún más de 4.000 pleitos pendientes de resolución. Los tres magistrados que ahora se dedican en exclusiva a enjuiciar y sentenciar estos asuntos están a la espera de que se destinen a Vigo a dos jueces más de refuerzo para deshacer el atasco.

Ya de modo general, el balance judicial del primer trimestre de 2019 pone de manifiesto que la actividad, al menos en lo referente al registro de procedimientos, ya se recuperó de los efectos de la huelga de funcionarios que, entre febrero y mayo de 2018, mantuvo paralizada la actividad en los juzgados. Los casi 13.500 casos contabilizados en todas las jurisdicciones suponen un 38% más de los 9.700 del mismo período del año anterior, cuando el paro estaba en su momento más álgido.

Lo más llamativo es el aumento de asuntos experimentado en los juzgados de Primera Instancia, entre los que están los de Familia y los de cláusulas suelo. De los 3.444 contabilizados en 2018 se ha pasado a los más de 6.200 actuales. La recuperación de la actividad también se dejó notar en otro tipo de salas, como Instrucción o Penal. Asimismo, hubo un incremento de casos en los juzgados de lo Social. Frente a estos aumentos, el número de causas se mantiene en términos similares en el tribunal especializado en Violencia sobre la Mujer y se reduce en los de lo Contencioso-Administrativo, los que llevan los pleitos contra la Administración.

Recuperación

Al margen de la huelga, el número global de procedimientos judiciales en Vigo experimentó en los últimos años un progresivo descenso debido principalmente a dos factores. Uno de ellos ha sido la superación de la crisis económica. En los años más duros la actividad se disparó hasta el punto de alcanzarse cifras récord de litigiosidad, sobre todo en la jurisdicción laboral y en la civil. La otra razón de que disminuyese la carga de casos hay que buscarla en las reformas legales que afectaron de lleno a los juzgados de Instrucción, debido a la despenalización de ciertas infracciones leves o por el hecho de que ya no lleguen a estas salas los atestados policiales sin autor conocido, que suponían un importante volumen de expedientes.

Pues frente a esta tendencia que se venía manteniendo, este año se ha detectado un cierto repunte de actividad conforme a ejercicios como 2016 o 2017. Un aumento que viene derivado sobre todo de la mayor actividad en el ámbito civil, sobre todo por ese goteo constante de pleitos bancarios. Habrá que ver si esta tendencia del primer trimestre se mantiene una vez concluya el 2019.

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