Todos los días la Oficina de Información al Consumidor (OMIC) del Concello tramita, como mínimo, una reclamación relacionada con telefonía. El último balance del servicio municipal muestra que a lo largo de 2018 los técnicos de Praza do Rei atendieron 577 quejas dirigidas contra fabricantes u operadoras ligadas a estos servicios. El dato destaca no solo por su incidencia, que deja -descontados fines de semana y festivos- un promedio que supera los dos expedientes por día. Sobresale también por la evolución que dibuja. Solo un año antes, en 2017, la OMIC había anotado 202 reclamaciones sobre telefonía. En cuestión de un año su número se habría elevado por lo tanto más de un 185%.

Ese bum de quejas dejó huella en el balance de la OMIC. Por primera vez en un lustro sus técnicos han visto cómo el número de reclamaciones que pasan por sus manos aumenta de un año a otro. Si en 2017 habían tramitado 464 expedientes, el ejercicio pasado alcanzaron los 911, casi el doble. Aunque el apartado de telefonía no es el único que ha registrado más quejas en 2018, sí es el que ha experimentado un repunte más contundente. El turismo, por ejemplo, pasó de protagonizar 29 reclamaciones a 39 el año pasado. Los servicios financieros también arrojaron un ligero aumento y el comercio dejó un saldo de 68 expedientes, siete más que el año anterior.

En el polo opuesto está el comercio, que a lo largo de 2018 vio cómo el volumen de quejas de los consumidores descendía ligeramente hasta pasar de las 61 de 2017 a las 68 del ejercicio pasado. El listado re reclamaciones lo completan otros servicios, como el suministro de agua que presta Aqualia, el transporte público, las firmas de asistencia técnica, las joyerías, los parkings o las academias.

Desde la OMIC apuntan como una posible causa del aumento de reclamaciones la propia deriva de la economía y el incremento del consumo. Según apuntan los técnicos municipales, el repunte de compras de los últimos meses explica el bum de quejas recibidas en la oficina del Concello. A modo de ejemplo señalan la evolución de las reclamaciones en los últimos años. Durante lo peor de la crisis, la actividad de la OMIC descendió de forma pronunciada y constante. En 2014 sus técnicos despacharon 981 expedientes, un año después se habían quedado ya en 679 y en 2016 se bajó aún más, hasta los 586. El "suelo" se tocó en 2017, cuando los responsables de la OMIC anotaron 464 quejas, un 52% menos que un lustro antes.

Esa tendencia se rompió el año pasado, cuando en cuestión de 12 meses la actividad de la oficina reflotó hasta situarse en niveles próximos al inicio de la crisis, en 2011, cuando se tramitaron 930. Los expedientes de reclamaciones solo son, en cualquier caso, una parte de la labor que desarrolla el personal de la OMIC. Buena parte del trabajo que realizan consiste en atender a usuarios que solicitan información. Solo durante 2018 los encargados de la oficina municipal de Vigo atendieron 2.000 consultas de usuarios que acudieron en persona a sus instalaciones. Otras 3.000 las despacharon por teléfono. Cerca de 5.000 casos en total que dejan un saldo medio -sin descontar los fines de semana ni las jornadas festivas- que ronda las 14 peticiones de atención por día.