En los centros de salud del área sanitaria de Vigo trabajan 505 profesionales facultativos entre pediatras y médicos de familia. Según los datos del Servicio Galego de Saúde (Sergas), el 22% son eventuales. De entre los otros 444 con plaza en propiedad, una décima parte cumplirán 65 o más años a lo largo de 2019. Inmersa ya en un alarmante problema de falta de sustitutos que den el relevo, la situación se recrudece con el envejecimiento de la plantilla. Comisiones Obreras advierte de que seguirá agravándose en los próximos 5 o 7 años con la "masiva" llegada de los doctores a la edad de jubilación.
En concreto, son 35 profesionales de Medicina de Familia y 7 de Pediatría. La Dirección de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) viguesa asegura que, según su "histórico", la mitad de los que alcanzan la edad de jubilación solicita seguir en activo, ya sea por no cumplir con los año de cotización para cobrar la pensión deseada o de forma voluntaria. Entre las medidas que ha puesto en marcha para paliar este déficit de facultativos, la Consellería de Sanidade aprobó la ampliación opcional hasta los 70 años. En Vigo confían en que "con los que prorrogan y los que se están incorporando" logrará "dar respuesta a la demanda sanitaria".
En el área sanitaria viguesa, cada mes de mayo, un máximo de veinte facultativos concluyen su especialidad en Medicina de Familia y otros cuatro en Pediatría. Con el nuevo contrato para sustitutos, el Sergas también espera captar a profesionales en otras comunidades y Portugal. Este vínculo, sin embargo, está siendo muy contestado por el personal eventual gallego, que han creado la plataforma Precarias pola Atención Primaria.
Tanto en los centros de salud del área viguesa como en los gallegos, hace tiempo que no hay médicos de familia ni pediatra para cubrir las vacaciones, días libres y bajas de corta duración, cara que se reparte entre los propios compañeros. En verano cierran consultas infantiles y se agrupan pacientes en centros de salud. Pero ahora incluso hay problemas para reponer las jubilaciones.
Comisiones Obreras advierte de que la situación "es cada vez más grave" y urge a adoptar más medidas. Aunque el Sergas no facilita los datos sobre la previsión de los profesionales que cumplirán 65 años en el próximo lustro, la central explica que se prevé que la llegada a la edad de jubilación sea "masiva".
Son 25 los centros de salud y Puntos de Atención Continuada (PAC) que tienen profesionales con más de 64 años o los tendrán a lo largo de este año. El de Teis es uno de los más afectados, con cinco profesionales de Medicina de Familia en esta situación. Suponen casi un tercio de sus 17 consultas.
En Rosalía de Castro y Beiramar, cuyos cupos aparecen ya unificados en la web del Sergas, entran en edad de jubilación dos de sus 29 médicos de familia y dos de sus cuatro pediatras. El centro ya está padeciendo ahora las consecuencias de la falta de sustitutos para las consultas infantiles. Por dos bajas de larga duración, se ha quedado sin atención en horario de tarde. De mañana, se mantienen dos fijas y, algunos días, trabaja una tercera. Ya en verano fue uno de los cinco centros de salud vigueses que redujo su asistencia pediátrica al horario matutino. Por aquel entonces, la Dirección de la EOXI justificó que era una medida "excepcional y transitoria" por las vacaciones estivales. Estos dos pediatras cumplirán 65 años los próximos meses de julio y septiembre.
En la ciudad, también están en esta situación, dos médicos de familia en Sárdoma -que tiene 8 cupos-; tres en Coia -que tiene 24 consultas-; uno en el Nicolás Peña, -con 8-; uno en Navia -con 8-; uno en Matamá -con 6-; y uno en el PAC de Vigo. En Pintor Colmeiro cumplirán 65 años uno de los pediatras de sus 4 plazas y uno de los facultativos de familia de sus 16 consultorios. En la Calle Cuba afecta a uno de los pediatras de sus 4 puestos y a uno de los 18 de familia. Y en el Casco Vello, uno de los dos pediatras y dos de los once doctores de familia.
Los médicos, tradicionalmente, habían tenido la opción de trabajar hasta los 70 años cuando sus condiciones físicas y mentales se lo permitían. Pero en 2012, en plena crisis económica, una de las medidas de austeridad adoptadas por la Administración autonómica fue obligar a todos los empleados públicos, incluidos los facultativos, a jubilarse a los 65 años. Contenía así la plantilla y se ahorraba los sueldos más altos. Los doctores recurrieron esta decisión incluso en los tribunales, advirtiendo ya de las consecuencias de retirar de golpe a cinco promociones sin planificar el relevo, tanto en transmisión de experiencia como en capacidad para cubrir vacantes. Hace tres años, Sanidade volvió a establecer el límite en las siete décadas. De ahí que, ahora, en el área viguesa como en el resto de Galicia haya ya profesionales ejerciendo con 66 y 67 años. Con 68, por el momento, solo hay dos en el Chuvi.
