El convenio a tres bandas entre Concello, Xunta y Gobierno para elaborar un estudio que solucione los problemas de abastecimiento de agua de Vigo y su área está paralizado. Las administraciones se responsabilizan entre ellas de este bloqueo, que llega cinco meses después de que se iniciasen los trámites. El Ayuntamiento, además, ya había dado luz verde al plan la pasada semana.

El alcalde, Abel Caballero, culpa al Gobierno autonómico de la situación. Denuncia que la Xunta introdujo una modificación de forma unilateral en el convenio y que lo que se aprobó recientemente no es el documento acordado entre las tres administraciones, sino un texto modificado, con un cambio técnico sobre el pago de la Xunta que no fue notificado ni al Concello ni al Ministerio para la Transición Ecológica. "Son cinco meses perdidos, estamos hablando de algo de enorme gravedad porque ahora tenemos que partir de cero", lamentaba ayer el regidor olívico.

El convenio debe ser redactado de nuevo y para ello es necesario volver a pedir los informes de la abogacía del Estado, de la Secretaría General Técnica o del Ministerio de Administraciones territoriales, entre otras instituciones.

La Xunta, por su parte, afirma que si el estudio no está todavía en elaboración es porque el Ministerio para la Transición Ecológica "lo mantuvo bloqueado durante meses". La administración autonómica remitió el pasado octubre una propuesta de convenio al Concello y al Ministerio. Este último dio su visto bueno hace solo unas semanas. El Gobierno gallego reconoce no obstante que para avanzar en la tramitación del documento, la Consellería de Infraestruturas lo elevó para su aprobación al Consello de la Xunta, lo que requirió un ajuste en la redacción "que no altera ni el fondo del convenio ni los acuerdos cerrados entre las tres administraciones".

"Lamentablemente el alcalde de Vigo dedica más energía a atacar a la Xunta que a solucionar los problemas de abastecimiento de agua de su ciudad", apuntan desde Santiago.