La asamblea de profesionales de los centros de salud del área sanitaria viguesa ratificó ayer su apoyo mayoritario a la huelga de tres días convocada la próxima semana en la Atención Primaria gallega para denunciar la situación de sobrecarga que padece y exigir a la Administración una solución real y efectiva. En Vigo, el personal visibilizarán esta protesta con tres concentraciones y llama a la ciudadanía a acompañarles en la primera de ellas, el martes 9, y mostrar así el apoyo a una lucha con la que persiguen un mejor servicio al paciente.

Esta movilización coincidirá con el primer día de paro. Se celebrará a las 20 horas delante del Marco. Al día siguiente, la asamblea convoca a los profesionales en huelga a manifestarse a las 12 horas ante el centro de salud de Rosalía de Castro. El miércoles por la tarde lo harán en Santiago, junto a trabajadores de otras áreas sanitarias. Propondrán concentraciones de los rabajadores en servicios mínimos.

Los profesionales de Primaria de Vigo también acordaron ayer dar continuidad a la lucha en Vigo, ya que denuncian que se trata del área en peores condiciones. La asamblea volverá a reunirse el martes 23 de abril para adoptar medidas concretas en Vigo.

El personal manifestó su enfado ante las declaraciones del gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, que ve un "sesgo político" en la convocatoria de huelga al presentarse con un "tiempo reducido" para negociar las reivindicaciones. Los profesionales vigueses recuerdan que ya lo advirtieron hace tiempo. En concreto, FARO recogía esta posibilidad el 22 de febrero. Denuncian que siguen con la misma sobrecarga, con turnos con hasta 50 pacientes -16 por encima de los huecos de sus agendas-.

La próxima semana se cumplen los tres meses de plazo en los que Sanidade se comprometió a aplicar un plan de choque en Vigo. Por ahora, ha permitido que los médicos de familia puedan pedir endoscopias digestivas y tac craneales, como ya se hacía en otras áreas, y ha anunciado una mejora en el acceso a las consultas externas hospitalarias.

Ante la falta de avances, la junta de jefes de servicio y unidad de centros de salud del área viguesa anunció la dimisión "irrevocable" de la mayoría de sus integrantes el 12 de marzo y fueron presentandas 24 en los siguientes días. La dirección del Sergas en Vigo recibió las primeras el lunes 18 y, desde entonces, solo ha comunicado que las está evaluando una por una. La Administración avanzó que no le quedaría más remedio que aceptarlas, pero quince días después aún no lo ha hecho. Acabado marzo, los dimisionarios empiezan a aparcar sus labores de coordinación. No están gestionando prolongaciones de jornada o intersustituciones de personal de Primaria con las que se cubren bajas o días libres de otros compañeros cuando no es posible acudir a la contratación de eventuales, algo muy habitual en los últimos tiempos.

No se está produciendo en todos los centros de salud, ya que hay algunos en los que esta tarea no la asumía el jefe de servicio y unidad. Y tampoco prevén que tenga una excesiva repercusión en abril porque los profesionales agotaron el mes pasado los días que les restaban del año pasado y no se suelen solicitar vacaciones. Si esta situación se prolongara en el tiempo, sí que consideran que afectará a la demora de los pacientes para ser atendidos por su pediatra o su médico de familia.

Ni la dirección del área sanitaria ni la Consellería de Sanidade se han pronunciado sobre las medidas que pondrán en marcha para cubrir las labores de coordinación que realizaban los jefes dimitidos y mantienen un mutismo al respecto. La única comunicación desde Santiago fue el propio 12 de marzo, para defender que dio "respuesta puntual a todas las demandas planteadas por los jefes de servicio de Vigo con soluciones y propuestas concretas". Desde entonces, ni una palabra más.