No son muchos los gallegos que han registrado su voluntad sobre los cuidados al final de la vida o sobre el destino de su cuerpo cuando fallezcan. Poco más de 8.000. La jefa de Servicio de Trabajo Social del Chuvi, María Jesús Lago, ofreció ayer la penúltima charla del ciclo de envejecimiento activo de la Asociación de Vecinos de O Calvario. Con ella animó a los mayores del barrio a hacer una reflexión sobre estas cuestiones y dejarla registrada.

Lago explica que se trata de un avance en la autonomía de los pacientes, permitiendo que tomen decisiones sobre su salud y tratamientos y dejando atrás el "paternalismo" de la medicina. "Tenemos que tener un instrumento que nos habilite para tomar decisiones si, llegado el momento, no tenemos capacidad", defiende. Ese es el documento de instrucciones previas, también conocido como testamento vital.

Cuenta que el objetivo es "que tu médico sepa lo que quieres o no, cuáles son tus prioridades y valores". "Es bueno que las personas decidan sobre su propia vida, si no quieren que se continúe con medicamentos que no son fútiles, que no se mantenga una vida de forma artificial...", explica. Admite que son unos temas de los que cuesta hablar, pero considera que "es bueno que se haga cuanto antes" porque nadie sabe lo que le va a pasar. Propone que el paciente haga esta reflexión con su médico y explica que, luego, registrarla para que el que le trate tenga acceso es "muy fácil". Se puede hacer en la Delegación de la Xunta, el Cunqueiro y el Meixoeiro.

También informó a los asistentes sobre los recursos y derechos en materia de dependencia.