El servicio de mediación intrajudicial dependiente de los juzgados de Familia de Vigo lleva nueve meses inactivo. La oficina, que comenzó a funcionar a finales de 2012 como una herramienta más al servicio de los tribunales enfocada a solucionar conflictos entre parejas en proceso de separación o divorcio, cerró en julio de 2018 al no renovarse el convenio de colaboración alcanzado en su día entre Xunta y Universidad de Vigo, y que también implicaba a Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y Fiscalía. Fuentes oficiales del Gobierno autonómico gallego afirmaron que el servicio retomará su actividad de forma "inmediata" tras llegarse a un nuevo acuerdo por medio del cual serán el Colegio de Abogados de Vigo y el Colegio de Psicología de Galicia los que se hagan cargo del mismo en sustitución de la institución universitaria.

La Xunta, que financia este servicio que es totalmente gratuito para los usuarios, atribuye el largo período de inactividad en la oficina de mediación familiar a que debido a que la Universidad optó por no renovar el convenio, hubo que "buscar una alternativa" para que siguiese funcionando y elaborar además un nuevo convenio que implica a más instituciones "que no dependen de nosotros". Finalmente se llegó a un acuerdo con los colegios de abogados y psicólogos.

El convenio, en el que junto a estos dos colectivos y el Gobierno autonómico continúan interviniendo CGPJ y Fiscalía, se firmó finalmente en diciembre del pasado año. "La puesta en marcha se hará de forma inmediata; se está a la espera de una reunión para unificar criterios", señalaron ayer las fuentes citadas. Indicaron además que el hecho de que sean los colegios profesionales de letrados y psicólogos los que impulsen ahora el servicio permitirá homogeneizar la unidad viguesa con las de otras ciudades gallegas, en las que son idénticos colectivos las que se encargan de seleccionar al personal y del día a día de estas oficinas.

La mediación familiar comenzó a funcionar en Vigo en noviembre de 2012 en el edificio de "La Gota de Leche" -aún no trascendió si en esta nueva etapa la ubicación será la misma o habrá cambios-. La gran mayoría de asuntos que derivaron los juzgados especializados en separaciones y divorcios desde esa fecha y hasta que se interrumpió el servicio el pasado verano fueron desacuerdos entre exparejas derivados de los procesos de ruptura, principalmente referentes a la pensión alimenticia y el régimen de visitas de los hijos menores. También se vieron, ya de forma mucho más excepcional, expedientes de liquidación de sociedad de gananciales. Asimismo, entre este tipo de asuntos que se salen de la regla general, se medió en casos en los que eran abuelos los que luchaban por tener visitas con sus nietos.

Durante los cinco años y medio de funcionamiento se derivaron a mediación intrajudicial algo más de 900 asuntos. El ejercicio de mayor actividad fue 2017, cuando fueron 202 los procedimientos remitidos. La selección de causas la realizaron los propios magistrados de Familia, que son los que determinan que excónyuges son óptimos para intentar este proceso en el que la clave es que haya diálogo entre las partes para, asesorados por un jurista y un psicólogo, alcanzar a una solución adecuada.

Acuerdos

En contraposición con los cientos de asuntos remitidos se encuentra el hecho de que únicamente en un 15% de los casos -en torno a 120- se logró llegar a un acuerdo. Uno de los principales escollos con los que se encontraron los profesionales que hasta ahora llevaron este servicio en Vigo está en el mismo inicio del proceso, en la sesión informativa a la que se convoca a los excónyuges para explicarles en qué consiste la mediación y para que decidan voluntariamente si la aceptan para tratar de evitar el juicio. La experiencia de los años de funcionamiento evidenció que en el 40% de los casos no acudieron a la charla ninguno de los dos miembros de la pareja y en otro 25% solo fue una de las partes. La mala relación entre el exmatrimonio, debido a la existencia de un conflicto muy enquistado, también puede hacer fracasar la iniciativa.

Expertos en la materia consideran que, pese a que el porcentaje de éxitos no es demasiado elevado, la mediación debe ser una alternativa a la que se pueda optar por sus beneficios en las parejas que la aceptan, ayudando por ejemplo a restablecer el diálogo, algo positivo sobre todo si hay hijos menores de por medio. Otra cuestión en la que se ha hecho hincapié en los últimos años es en la necesidad de divulgar más entre la ciudadanía en qué consiste este proceso.

Las causas judiciales relativas a rupturas en los tres tribunales de Familia de la ciudad olívica se cuentan por cientos ejercicio tras ejercicio. El pasado año se registraron un total de 1.074 asuntos entre separaciones, divorcios y los procedimientos de parejas de hecho con hijos menores.