El nuevo equipo policial de la UDEV Central de Madrid que ha reactivado la investigación del caso de Déborah Fernández, la joven viguesa cuyo cuerpo fue hallado hace 17 años en O Rosal tras permanecer diez días desaparecida, ha regresado a Vigo. Fuentes policiales confirmaron que los agentes se encontraban ayer en la ciudad olívica, donde ya estuvieron a mediados de mes, cuando se entrevistaron con dos hermanos de la fallecida.

La familia de la joven, que ha emprendido una campaña para intentar reabrir judicialmente la causa, trasladó a los agentes la información recabada tras pedir colaboración ciudadana. Entre los nuevos testimonios, destaca la pista aportada por una persona que habría visto a la chica, aquel 30 de abril de 2002, más tarde y en un lugar distinto a la "curva del matadero" de Alcabre donde se la vio por última vez. Un sitio que estaría "lo suficientemente lejos", dicen, como para que el desplazamiento tuviese que hacerse en coche.

"Por primera vez estamos esperanzados, tenemos cierta ilusión", afirmaba ayer Rosa Fernández-Cervera, hermana de Déborah, ante el trabajo que está realizando el equipo que ha reactivado un caso archivado judicialmente desde 2010.

Rosa señala que esos nuevos testimonios con los que trabaja la UDEV y que centrarían sus pesquisas "podrían ayudar a cerrar el círculo" de lo que le sucedió a su hermana. La principal tesis policial que hubo hasta ahora apuntaba a alguien próximo a Déborah.