Filloada en el exterior de Industriales mientras Miralles permanece completamente vacía a mediodía. La I Revolución Industrial derrota al botellón y los estudiantes recuperan la popular fiesta de su patrón con la filosofía de aunar a alumnos, profesores y trabajadores en torno a un programa de actividades que busca fomentar valores como la solidaridad, el desarrollo sostenible y la igualdad de género.

La primera jornada de San Pepe estuvo amenizada por la música y los juegos tradicionales de Cé Orquestra Phantasma, además de contar con un carpa de filloas cuya cocina, ejemplo de los beneficios de la ingeniería industrial para la sociedad, tiene su propia patente. Para poder disfrutar de las filloas los comensales debían hacer una donación solidaria.

"Cuesta un poco que la gente acepte este nuevo concepto de fiesta estudiantil después de tantos años de botellón, pero iremos poco a poco. Antes venía gente de fuera de Galicia que no tenía nada que ver con la Universidad. Lo que queremos es disfrutar todos juntos y además tenemos muy buena relación con las delegaciones de otras escuelas como Minas que también han apostado por este tipo de celebración", explicaba Raquel González, representante estudiantil de Ingeniería Industrial.