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La automoción de Vigo creó 1.400 empleos en 2018

La facturación alcanzó los 8.650 millones, la tercera mayor cifra de su historia, pese a los 37.000 coches menos de PSA

La automoción de Vigo creó 1.400 empleos en 2018

La automoción viguesa creó el año pasado 1.400 puestos de trabajo directos en un ejercicio en el que el conjunto del sector logró mantener su volumen de ingresos pese a la caída de la producción de PSA-Vigo (-37.000 coches) y el estancamiento de las principales marcas de automóviles por el cambio de normativa de emisiones (WLTP) y los anuncios de veto futuro a los motores de combustión, según datos a los que ha podido acceder este diario. En total, los ingresos del motor sumaron 8.650 millones de euros, 30 menos que en 2017, pero aún así el tercer mejor registro de la historia, lo que se explica por una mayor diversificación de la industria de componentes y auxiliares.

El lanzamiento de las furgonetas K9 y los preparativos para el todocamino V20 jugaron un papel clave en la evolución laboral. El sector se consolidó como el principal empleador industrial de Galicia, con un total de 22.200 trabajadores directos, también uno de los mejores datos de la historia pero todavía por debajo del récord de 2017, cuando del automóvil dependían en la comarca y el resto de la comunidad 25.100 personas. La cifra de 2018 es todavía más positiva si cabe si se tiene en cuenta el proceso de digitalización que sufre el sector -cada vez más automatizado- y que en la última oleada de implantaciones de fabricantes de componentes y auxiliares, la práctica mayoría apostó por el norte de Portugal. Esa pérdida de puestos de producción se compensó en parte con un empleo más cualificado: en los últimos años se han constituido o implantado en el territorio hasta una veintena de ingenierías.

En el capítulo de ingresos, el sector firmó la tercera mejor cifra de su historia, con 8.650 millones de euros, solo superada por las de 2017 (8.680 millones) y 2007 (9.300), año en el que la automoción viguesa y la planta de Balaídos del Grupo PSA batieron todos sus récords, con 547.000 vehículos. El conjunto de la industria logró mantener el volumen de negocio a pesar de la brusca caída de producción que sufrió Balaídos, que cerró el año con 398.000 coches, 37.000 menos que en 2017, debido sobre todo al pinchazo de los sedanes para países emergentes (proyecto M3-M4) y al cambio de producto en el segmento de los vehículos comerciales, con el fin de serie de las antiguas Berlingo y Partner y la llegada de los nuevos K9. También, teniendo en cuenta las cifras, el sector esquivó la crisis de la WLTP, la nueva normativa de emisiones que demoró las ventas y paralizó producciones en algunas plantas al colapsarse la producción de motores de última generación; y la incertidumbre creada por algunos gobiernos sobre el futuro de los vehículos de combustión, dentro del proceso de descarbonización que ha iniciado Europa.

Ese plus de resistencia del motor vigués solo se explica por la mayor diversificación e internacionalización de la industria de componentes, menos sujeta ahora a los vaivenes que puedan sufrir las plantas de Balaídos y del conjunto peninsular. Esa diversificación se evidencia sobre todo en la evolución de las exportaciones de piezas y componentes, que al año pasado volvieron a marcar un nuevo récord histórico con 1.500 millones de euros, frente a los 1.410 millones de 2017. Los proveedores han sido capaces casi de duplicar sus envíos al extranjero en apenas diez años: en 2009, sus exportaciones alcanzaron los 660 millones de euros. Con PSA-Vigo, en cambio, el conjunto del sector sí sufrió un estancamiento en el mercado exterior: se exportaron coches y componentes por valor de 5.700 millones, 40 millones menos que el ejercicio precedente. Pese a esto, el motor sigue representando el 25% de las exportaciones gallegas.

Las previsiones para 2019 son buenas, pese a tratarse de un año de transición en el que el hito más importante es el V20. Será en el bienio 2020-2021 cuando el motor esté en condiciones de volver a superar sus récords de empleo -4.000 empleos más- y producción -la factoría viguesa rebasará de nuevo el umbral del medio millón de coches-, con PSA a plena capacidad.

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