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Red Eléctrica "enfría" la llegada a PSA Vigo de la alta tensión que le bajaría costes

El proyecto sigue a la espera de que el Gobierno valide su "excepcionalidad"

Vista general de las instalaciones de la planta de Balaídos del Grupo PSA. // Marta G. Brea

La llegada de la red de Muy Alta Tensión (MAT) a Vigo, clave para mejorar la competitividad de la fábrica del Grupo PSA y dar mayor fiabilidad de servicio a toda la ciudad, va para largo. Al menos así lo dio a entender ayer el director general de Operación de Red Eléctrica de España (REE), Miguel Duvison, que reconoció que el proyecto, que tendría un coste de unos 70 millones de euros -como avanzó FARO-, sigue a la espera de que el Gobierno apruebe su "excepcionalidad" para desbloquear la inversión, que sí aparece reflejada en el programa plurianual 2015-2020 de REE. "No nos consta esa excepcionalidad por el momento", señaló Duvison antes de la presentación de resultados de la empresa pública.

La "excepcionalidad" es necesaria porque pese a que Vigo es la única gran ciudad española sin enganche a una red de 220 kilovoltios (kV) y PSA-Balaídos, la única fábrica de coches del país sin esa conexión, la demanda todavía no llega al nivel exigido por el Gobierno para extender la línea. Aunque hay "excepciones" en las que por el impacto económico que genera una determinada empresa -ya pasó en Zaragoza con la fábrica de Opel- y el peso poblacional, el Ministerio de Transición Energética podría dar el visto bueno a la inversión, que en el caso de la traída de la red de MAT desde Atios-Pazos a Vigo asciende a 70 millones de euros (el tendido entraría en la ciudad soterrado) e incluiría la construcción de una subestación eléctrica en Balaídos que sería cofinanciada por el Consorcio de la Zona Franca.

Tanto desde la Xunta como del Concello se han realizado gestiones para que este proyecto, que permitiría abaratar la tarifa eléctrica de la fábrica y, lo que es más importante, mejorar la fiabilidad del servicio -PSA sufre al año una media de 60 cortes por huecos de tensión que se generan principalmente por la caída rayos en el tendido eléctrico de 132 kV, problema que se reduciría con la conexión a 220 kV-, se llevase a cabo. El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, manifestó que le transmitió personalmente el pasado otoño a la ministra de Transición Energética la urgencia de esta inversión, que ya aparece recogida en el plan de REE para el periodo 2015-2020; y también el alcalde, Abel Caballero, trasladó el carácter crucial de la actuación al secretario de Estado de Energía y a la propia ministra.

Pero según el director general de Operación de REE, la "excepcionalidad", sigue sin resolverse: "No nos consta esa excepcionalidad por el momento".

Para PSA esta conexión resulta crucial para mejorar su competitividad en costes energéticos. Y así se encargó de recordarlo el director de Balaídos, Ignacio Bueno, en su primera comparecencia pública. La factoría de Balaídos, cabeza tractora de un sector que emplea a más de 20.000 personas y genera la tercera parte de las exportaciones de la comunidad, lleva al menos desde 2013 reclamando su enganche a la red de 220 kV, por costes (Vigo paga más por la electricidad que la mayoría de plantas del grupo francés en Europa) y fiabilidad en el suministro (solo en 2017 registró cortes de suministro, que provocan problemas en hardware y software y llegan a paralizar la actividad productiva en Balaídos, con las consecuentes pérdidas).

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