La carrera iniciada por el párroco de la concatedral de Santa María de Vigo y la Cofradía del Cristo de la Victoria -con el apoyo del Obispado de la Diócesis de Tui-Vigo así como Concello y Diputación de Pontevedra- para que La Colegiata sea declarada basílica por el Vaticano se encuentra en su sprint final. Tras haber reunido toda la documentación necesaria solo restaría la realización de una serie de adecuaciones en el templo antes de la formalización de la petición ante la Santa Sede, que posteriormente tendrá que aprobar esta declaración.

Entre estos "pequeños arreglos", tal y como define su párroco Don Moisés Alonso, figura la reforma interior del presbiterio, espacio de gran ornamentación que precede al altar mayor. Para ello era necesario contar con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio. Por ello, este pasado jueves se convocó la subcomisión entre Xunta e Iglesia en la que, entre otros puntos, se abordó las obras a acometer en la concatedral viguesa. El organismo autonómico valoró favorablemente sobre estas reformas que se llevarán a cabo cuanto antes. Aunque todavía quedan muchos pasos a dar en el proceso, su declaración podría coincidir con la celebración de los 60 años del templo, que se cumplen este mismo año.

La adecuación del presbiterio correspondería a uno de los ocho requisitos básicos para lograr dicha declaración. Los restantes ya estarían prácticamente completados: que la iglesia sea antigua, amplia y artística, que esté solemnemente dedicada o consagrada, que sobresalga histórica y religiosamente entre los demás templos de la diócesis, que tenga un culto digno y solemne, debe gozar de celebridad en la diócesis por su significado histórico o la veneración de una imagen célebre o de sepulcros y reliquias de mártires o santos, ha de contar son suficiente número de sacerdotes para los ministerios pastorales y debe promover la instrucción litúrgica mediante cursillos y conferencias.

Esta mejora se sumará a las nuevas ornamentaciones que la concatedral ganó en los últimos años como fue la colocación la réplica de su tímpano -única pieza que se conserva del edificio original del 1814- y la mejora del órgano su recuperación por el Concello.

Desde la Cofradía del Cristo de la Victoria, institución muy ligada a esta petición, confirman la presencia de emisarios de la Conferencia Episcopal a finales del año pasado para una revisión del templo y mantienen su confianza en la declaración futura de basílica.