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ANIVERSARIO

Accidente de avión en Vigo: 25 años del milagro en Peinador

Se cumple un cuarto de siglo del siniestro de Aviaco en el que sobrevivieron sus 110 pasajeros

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Accidente de avión en Vigo: 25 años del siniestro de Aviaco en Peinador

Catorce pasajeros heridos, tres de ellos de gravedad, fue el balance del accidente de avión de la compañía de Aviaco cuando la mañana del 21 de marzo de 1994, hace ahora 25 años, cubría el primer vuelo de la jornada que conectaba la terminal de Barajas en Madrid con el aeropuerto de Vigo.

Eran cerca de las nueve de la mañana cuando el DC-9 Ponce de León, un avión con más de 38.000 horas de vuelo -más de un tercio de las establecidas para su vida útil- y que Aviaco compraba en 1975 a la compañía MC Donnel Douglas, perdía el tren de derecho de aterrizaje a pocos metros de que sus más de 40.000 kilos tocasen tierra, momento en el que el avión capotó.

Con el morro en el suelo, recorrió unos 300 metros rozando el asfalto de la pista de Peinador hasta que el comandante consiguió para el avión y los 110 pasajeros que viajaban a bordo, así como los 6 miembros de la tripulación, volvieron a nacer. "¡Calma, que salimos todos!", rezaban los titulares de las crónicas publicadas hace un cuarto de siglo y que dejaban bien claro que, aquella mañana, se obró el milagro en el aeropuerto de Vigo.

Accidente de avión en Vigo: así sucedió todo

"Debemos felicitarnos por el desenlace final del incidente-accidente que sucedió esta mañana nuestro aeropuerto", explicaba el día del accidente de Aviaco en el aeropuerto de Vigo el que por entonces era el director de Peinador, Juan Maceiras.

"La extraordinaria actuación de los bomberos y, por supuesto, el comportamiento de los pasajeros, evitó lo que pudo convertirse en una gran tragedia, si el fuego originado en el fuselaje por la rozadura contra la pista hubiera declinado en una deflagración del combustible almacenado en los tanques del aparato", exponía un día después del siniestro y sin que la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil tuviese tiempo de emitir el informe oficial del accidente.

Según se desprende del informe A-011/1994A-011/1994, el vuelo de Aviaco transcurrió con normalidad hasta que el avión inició la fase de aterrizaje en el aeropuerto de Vigo. Fue entonces cuando "con la pata izquierda del tren de aterrizaje principal y parte del fuselaje, tocó en las tres luces de una barra de aproximación situada a 115 metros de la zona libre de obstáculos previa a la pista".

Las dos patas del tren de aterrizaje, después de entrar en contacto con el suelo, se rompieron y siguieron unidas al avión por los cables. En el impacto también se rompió el depósito de combustible del lado derecho, que "empezó a derramarse de forma apreciable en el inicio de la zona de parada y empezó a arder a la altura de la barra de iluminación de extremo de pista", describen. La aeronave se detuvo, envuelta en llamas, en el lado izquierdo de la pista del aeropuerto de Vigo, después de haber recorrido unos 300 metros de pista.

El informe del Ministerio de Fomento establece como causa del accidente de avión de Aviaco en el aeropuerto de Vigo "un descenso pronunciado en la última fase de aproximación, que provocó el choque con elementos del aeropuerto". De hecho, se indica que la tripulación de cabina no reaccionaron a los avisos acústicos del Sistema de Aviso de Proximidad de Terreno (GPWS), que sonaron hasta en seis ocasiones.

"Ninguno", explica el documento, "recuerda haber escuchado" dichas señales. La mala calidad del audio de las cajas negras no ayudaba a aclarar lo que sucedió en los instantes previos al choque.

Añade el documento que el hecho de que no recordase las señales acústicas "se debe a la concentración [de la tripulación] en los estímulos visuales, por banco de niebla". Durante la hora anterior al accidente (8.17 horas) el alcance visual en pista llegó a registrar hasta 20 registros diferentes que oscilaban ra?pidamente entre 400 y 1.500 metros.

Segu?n la previsión del tiempo de ese día, el aeropuerto de Vigo amaneció bajo un manto de niebla fruto del paso de un frente frío y lluvioso.

Aeropuerto de Vigo: así se aterriza cuando hay niebla

Aeropuerto de Vigo: así se aterriza cuando hay niebla

Aeropuerto de Vigo: así se aterriza cuando hay niebla // FARO DE VIGO

Los heridos del accidente de Aviaco en Peinador

"Fue tan rápido que casi no nos dio tiempo a ver nada. En el momento de tomar tierra sentimos un golpe, la panza del avión se desplazó por el suelo y la nave empezó a dar tumbos. La gente gritaba, había mucho humo y una de las alas estaba ardiendo. De pronto, nos paramos, las puertas se abrieron y comenzamos a salir. ¡Calma, que salimos todos!", gritó alguien dentro del avión de Aviaco.

Este es el relato que compartían los pasajeros en las páginas de FARO DE VIGO hace 25 años después de sufrir el aparatoso accidente al tomar tierra en el aeropuerto de Peinador y que, por suerte, todo se quedó en un enorme susto.

De hecho, la serenidad del pasaje resulta sorprendente aún en día. Aunque en el interior del avión se vivieron momentos de nerviosismo, los pasajeros mostraron una serenidad increíble en el desalojo. Mientras unos lo hicieron por la puerta delantera, otro lo hacían por el ala izquierda, muy cerca del suelo.

Fue en ese momento cuando la mayoría de los catorce pasajeros sufrieron las lesiones de las que serían atendidos en la terminal y que, en algunos casos, provocó su traslado a los centros hospitalarios de la ciudad. También los hubo que prescindieron de cualquier atención médica y optaron por marcharse a casa en sus coches o en un taxi para no alarmar a sus familiares.

Entre los 110 pasajeros del DC-9 viajaban algunos de los nombres que marcaban la actualidad política de entonces. El diputado socialista Ventura Pérez Mariño, el exalcalde de Redondela Xaime Rei o el exsecretario general de CC.OO, Antonio Gutiérrez.

Precisamente este último se encontraba entre los heridos más graves. Viajaba a Vigo para asistir a una conferencia del CLUB FARO y un día después del accidente ya volaba de vuelta a la capital española. "No he sentido nada especial al subir a este avión, al revés, estoy casi avergonzado de las molestias que he dado a la tripulación por venir así, en camilla", explicaba embarcado ya el vuelo de vuelta a Madrid.

Xaime Rei, que por entonces era senador y alcalde de Redondela, en cambio, recordará el día siguiente al accidente de avión en Vigo como un día especialmente negro. Después de sobrevivir al siniestro de Aviaco se desplazó hasta el aeropuerto de Lavacolla para volar de vuelta a Madrid y atender a un sesión del Senado.

En su viaje en taxi hasta su residencia en la capital, sufrió un accidente de tráfico. Todo ocurrió cuando un vehículo embestía el coche en el que iba por detrás mientras esperaban parados en un semáforo en rojo. Los nervios del senador redondelano no aguantaron más. Pagó al taxista y se fue andando, maleta en mano, hasta su casa. Eran demasiados golpes para un solo día.

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