Carmen Avendaño protagonizó ayer en Segovia uno de los diálogos del IX Encuentro de Mujeres que cambian el mundo. La presidenta de la Fundación Érguete fue una de las invitadas de la edición de este año, que se prolongará hasta el 24 de marzo.

"Sin presión social los políticos están ciegos y sordos", sostiene Avendaño después de 35 años luchando contra el tráfico de drogas. Insiste en que hay muchos comportamientos sociales que merecen una mayor atención política, sin embargo, "sin un movimiento social riguroso y serio no se suele conseguir captar la atención".

Recordó la impunidad con la que vivían en los 80 los narcotraficantes, "intocables y respetados como empresarios", hasta que el movimiento de las madres liderado por la propia Avendaño obligó a las instituciones a tomar medidas y abrir investigaciones policiales.

A pesar de todos los logros de estas tres décadas, lamenta que las drogas "siguen invadiendo el mercado" y no se ha conseguido generar una fuerte conciencia en los jóvenes sobre sus perjuicios. Por ello, demanda que la ayuda de organizaciones como Érguete vaya acompañada de programas formativos.

Érguete atendió en 2018 a más de 2.300 personas, no solo vinculadas a las drogas, sino también para facilitar su inserción social.