Más de 222.000 firmas apoyan ya en internet el deseo de la familia de Déborah Fernández-Cervera de que su caso no quede impune. De que, aunque ya hayan transcurrido 17 años desde su misteriosa muerte, puedan encontrar respuestas a todas esas incógnitas que permitan aclarar con quién se encontró aquel aciago 30 de abril de 2002 y qué ocurrió para que 10 días después apareciese desnuda, entre pistas falsas y con sus zonas íntimas tapadas con hojas de acacia en una cuneta de O Rosal ubicada a 40 kilómetros de su casa en Vigo. Esta misma semana agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) central de la Policía Nacional de Madrid viajaron a Vigo para revisar el asunto. Un equipo que estuvo durante una jornada, como confirmaron fuentes de la comisaría viguesa, que desvinculan este movimiento de la presión social existente a raíz de la intensa campaña emprendida por los allegados de la joven fallecida. "No es la primera vez que vienen ni será la última; nunca hemos dejado de investigar este caso, cada cierto tiempo viene un equipo, es algo constante", afirman.

Los agentes, que ya regresaron a la capital, forman parte de un equipo nuevo. Una mirada distinta en busca de cualquier pequeño detalle que en su momento se hubiese pasado por alto. O de algún dato nuevo que permita tirar del hilo. Porque las fuentes policiales citadas señalan que, al menos en el momento actual, no se disponen de pistas nuevas. Un indicio diferente a lo que ya ha sido objeto de indagación es precisamente lo que hace falta -como también recalcó esta semana en la ciudad el excomisario Ángel Galán que estuvo durante varios años al frente de las pesquisas- para que el Juzgado de Instrucción 2 de Tui valore en firme reabrir una causa que lleva archivada provisionalmente desde 2010 y que en tres años, si no se producen avances, prescribiría al transcurrir el plazo de dos décadas desde que todo sucedió.

Crímenes Misteriosos | Marta Fontán, periodista de FARO: "La policía tenía un sospechoso en el caso Déborah"

Crímenes Misteriosos | "La policía tenía un sospechoso en el caso Déborah"

Paso

PasoEsa reapertura judicial sería sin ningún género de duda el verdadero paso de gigante. Pero para la familia de la joven, según dejaron constancia el viernes en la página de internet "Justicia para Déborah", el hecho de que la UDEV central haya vuelto a fijar su atención en el caso supone una gran noticia.

Desde la comisaría indican que los policías especializados de Madrid trasladados esta semana realizaron un control interno de lo que tiene el grupo de Vigo sobre el caso, algo que explican que es lo "habitual", y también ciertas "comprobaciones" sobre alguna cuestión puntual en la que se trataría de indagar. "Pero por ahora lamentablemente, porque no se ha dejado de intentar, no hay nada que cambie las cosas" , dicen, a la espera de si las gestiones realizadas esta semana dan algún fruto. Definen el caso de Déborah como una "espina clavada" . Otras fuentes indican que hace entre dos y tres años, ya con el caso en sobreseimiento judicial, se llegó a indagar en un dato que surgió -y que no trascendió- que de nuevo les llevó a un callejón sin salida.

En busca de un taxista

La familia de Déborah emprendió su lucha en enero, pidiendo en redes sociales colaboración ciudadana para hallar pistas. Entre la información recabada, según trascendió entonces, cuentan con un posible nuevo testigo, una persona que relató que habría visto a la joven en otro lugar distinto y algo más tarde que el conocido que se cruzó con ella a las 20.45 horas de aquel 30 de abril de 2002 en la curva del matadero, cerca de su casa de Alcabre. Ese hombre era, según consta en el sumario de la causa, la última persona que la vio con vida.

Ángel Galán: "Cuando desapareció Déborah, alguien tuvo que haber visto algo"

Ángel Galán: "Cuando desapareció Déborah, alguien tuvo que haber visto algo"

"Hay nuevos indicios muy buenos, suficientes a mi juicio para reabrir la causa, algo que depende del fiscal y del juzgado", afirmaba hace unas semanas María Teresa Rojas, abogada de SOS Desaparecidos y de la familia de Déborah. Otra pista de la que tratan de tirar los allegados de la fallecida es la de un taxista que, según se publicó en 2002 en prensa, habría relatado haber visto a la chica subirse a un coche también en la curva del matadero, poco antes de las 21.00 horas. Un conductor que aún no localizaron, por lo que piden colaboración.

La autopsia a Déborah dejó abierta la doble posibilidad de una muerte súbita o una asfixia por sofocación. Lo último que consta en el sumario es la "Operación Arcano", un atestado de la Policía Nacional de 2010. Poco después el asunto se archivaría. Aquellas pesquisas apuntaban a que alguien próximo a la chica habría tenido que ver con lo que le ocurrió. Llegó a haber un sospechoso policial. Por ahora, no se pudo arrojar más luz.