Por sus "méritos artísticos y la gran labor que como embajador de la ciudad", nueve agrupaciones de la ciudad solicitan al Concello que reconozca al pintor Diego de Giráldez como "Vigués Distinguido".

La asociación de empresarios, la de vecinos y la de los comerciantes del mercado de O Calvario se han unido para solicitar este homenaje al que es vecino del barrio. Se sienten "orgullosos" del polifacético artista y presumen de convivir con él. A ellos se suman la Agrupación de Centros Culturales y Deportivos de Vigo, la Federación de Asociaciones de Vecinos Eduardo Chao (Favec), la Asociación de Comerciantes del Mercado de Teis, el Grupo de Ecología Científico de Galicia (Gecma), la Asociación Cultural, Deportiva de Prestación de Servicios de Juventud Gran Vigo y la Asociación de Vecinos Camiño Vello.

Destacan que este es un buen año para homenajear a este vigués de adopción, ya que se cumple el 50 aniversario de su primera exposición colectiva en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, donde inició sus estudios, que luego amplió en Cataluña.

Maestro del realismo contemporáneo español e inventor del Realismos NAS -Naturalismo, Abstracción, Surrealismo-, este pintor, dibujante, escultor y escritor ha realizado más de dos mil obras. Además del medio millar que se exhiben en la Casa Museo de su localidad natal, A Cañiza, más de 150 museos y colecciones de todo el mundo exponen cuadros o esculturas suyos, incluso en el Vaticano. Los promotores del homenaje destacan que está "considerado el artista pictórico más talentoso y prolífico de la actualidad en la comunidad gallega" y "uno de los artistas más reputados de España".

Pero también subrayan que es un "importante embajador" de Vigo "paseando el buen nombre de Vigo allí por donde anduvo y anda, contribuyendo de forma extraordinaria a la proyección" de la ciudad. Manuel Diego de Giráldez, hijo de un marinero y una hostelera, llegó a Vigo antes de cumplir los 8 años -en 1964- y vivió y montó su primer estudio en el número 31 de la calle Real -hoy, el Registro de la Propiedad- hasta 1999. Traslada entonces su taller a la calle del Príncipe, donde permanece hoy, y cambia su residencia al Calvario.

Allí lo han conocido muchos de los promotores de esta propuesta, que lo definen como un "hombre humilde en lo personal y constante en la investigación artística, cuya figura va agrandándose con el tiempo hasta esta en los más destacados artistas contemporáneos vivos".