Lejos de calmar las aguas, las medidas anunciadas por la Consellería de Sanidade para resolver la crisis de Primaria las ha agitado y los profesionales retoman las movilizaciones. La asamblea de facultativos de los centros de salud del área de Vigo celebrada el martes aprobó por unanimidad secundar la huelga planteada el día anterior por la Coordinadora Galega de Atención Primaria. También estudiarán otras medidas de presión como dejar la docencia de los médicos que inicien su residencia el próximo curso, debido a la sobrecarga que padecen y a la que denuncian que no se pone remedio con las medidas anunciadas por Sanidade.

Los paros -aún no convocados- se celebrarán los días 9, 10 y 11 de abril. El último coincidiría con el Día de Atención Primaria, que quieren convertir en una importante jornada reivindicativa.

La otra de las medidas de presión que se plantearon en la asamblea es la renuncia a la docencia, pero no se ha adoptado ninguna decisión al respecto. Es un tema muy sensible por su importante repercusión. Si se lleva a cabo supondría perder, al menos, una generación de veinte residentes de Familia -los que forma el área viguesa cada año- en un momento en el que a Sanidade le cuesta encontrar sustitutos y ha solicitado al Ministerio poder formar un mayor número.

Los facultativos sopesan la medida debido a la sobrecarga que padecen -su denuncia principal- y a la falta de fidelización de los residentes formados. "Nuestros médicos se van debido a las malas condiciones laborales, no en la falta de plazas para formación", denunciaron los jefes de servicio en su manifiesto. El colectivo Precarias pola Atención Primaria coincide en que estas ofertas no solo propician la "fuga" de profesionales al sector privado y a Europa -44 de la provincia solicitaron el certificado para irse en 2018; 129 en toda Galicia-, sino que también echan para atrás a los que quieren regresar.

A pesar de este amplio rechazo por los eventuales gallegos, el Sergas no da marcha atrás con este nuevo modelo de contrato, que han apoyado varios sindicados. Con él, también busca profesionales en Portugal. La EOXI viguesa informa de que once médicos lusos ya se han interesado en las zonas de Vigo y Val Miñor -Tui-A Guarda, Redondela y Porriño ya están cubiertas-. Una ya está trabajando y otra empezará en abril.

El colectivo Precarias acusa al Sergas de usar como gancho un sueldo "mínimo" de 61.500 euros anuales, cuando el salario bruto por jornada ordinaria es de 30.000 euros. "Pregúntense cuál será la jornada que les ofertan", plantean. El Sergas defiende que la "retribución ordinaria media" es de 47.500 euros, más 2.400 euros de productividad y 11.665 por dos guardias al mes.

Por otra parte, los jefes de servicios dimitidos ya han ido registrando de forma individual sus dimisiones irrevocables. Se espera alcanzar las 25 y, tras no haberlas aceptado en el mes de diciembre, Sanidade no podrá inadmitirlas ahora. No será fácil sustituirlos con el actual ambiente y la Dirección de la EOXI tampoco podrá hacerse cargo de la gestión de los centros que se queden sin jefe, como hasta ahora venía haciendo con el de Beiramar, Coia y Moaña. La otra alternativa es el cese o dimisión del gerente del área sanitaria viguesa, Félix Rubial. "Solo en el caso de que haya un cambio de personas en la dirección de la EOXI de Vigo nos replantearíamos esta decisión [la dimisión]", señalaban los jefes. Ayer, Sanidade rehusó responder a si respalda su continuidad o cesará.

El alcalde, Abel Caballero, agradeció a los jefes dimisionarios "su valentía en la defensa de los intereses de los pacientes". "Son ejemplo de compromiso social", dice y exige a la Xunta que atienda sus reclamaciones.