Desde el Área de Planificación e Infraestructuras del Puerto de Vigo defienden la primera fase de ampliación de Bouzas como una actuación que evitará que la terminal se quede desfasada. "Esta obra es un hito importante que dejará resuelta las necesidades competitivas esta terminal para los próximos 10 años", valora su jefe, José Enrique Escolar.
Las principales navieras renuevan la flota con esloras sobre los 250 metros, 34 de manga y hasta 10 de calado. Ya ahora en Vigo no son ni mucho menos excepcionales las escalas que superan los 200 metros. Sin embargo, a día de hoy el recinto de Bouzas tendría dificultades para atender a la vez a tres colosos Ro-Ro de esta envergadura.
Precisamente este creciente tamaño de los "portacoches" evidencia hasta qué punto han perdido utilidad algunas de sus instalaciones, como las rampas 2 y 4, eliminadas en la propuesta de ampliación. Aparte de la limitación de ambas en cuanto a calado, los nuevos barcos disponen de plataforma de embarque y desembarque de apertura en diagonal desde popa o lateralmente por lo que no requieren de una estructura gemela en tierra.
Respecto al muelle creado ría adentro, aun admitiendo su exposición al azote de fuertes temporales, "con que puedas utilizarlo el 95% de los días del año merece la pena la inversión", valora el ingeniero jefe.
Un muelle al uso y no pilotado
El sistema constructivo finalmente elegido constituye otro cambio importante respecto a la primera propuesta, sobre pilotes. "Será un muelle vertical. Por hacerlo pilotado en Areal hoy no podemos utilizarlo al 100%", explica Escolar. Añade además que la resistencia que ofrece un muelle al uso asegurará el movimiento de grandes proyectos, una mercancía al alza en esta terminal.
