La historia continúa. Así reza uno de los toldos del Bar Los 80’s, el nuevo local del Arenal -si bien la calle del mismo nombre es ahora Areal, la zona de copas mantiene su denominación en castellano entre los que la frecuentan- ubicado, prácticamente, al lado del otro gran ‘museo’ de la milla fiestera, el Twenty Century Rock. Cuando cruzas sus puertas, de cristaleras pigmentadas con los fantasmas de Pac-Man, suena Madonna, que también baila en las pantallas que emiten su videoclip. Son las diez de la mañana. La banda sonora ochentera no deja de sonar desde su apertura -a las 09 horas- hasta el cierre -bien entrada la medianoche, y tres de la madrugada los fines de semana-.

Aquí puedes desayunar, tomar el aperitivo, comer, y cenar, con menús de ‘fast food’ de calidad y bajo los modelos ‘break’ y after work’, además de ir de cañas o de copas. Un concepto global que su propietario, Pablo Álvarez, eligió hace siete años con su primer negocio de la misma marca que incluso patentó. Tenía un restaurante en Alcabre, pero la crisis le obligó a reinventarse, así que lo transformó en un bar temático, al que ahora suma un segundo local en pleno centro de Vigo. Un proyecto que tiene planes de expansión a otras ciudades gallegas y españolas.

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Así es el nuevo bar temático de los 80's de Vigo

Así es el Bar Los 80's. // Alba Villar

La nostalgia crece a cada paso que recorres sus 400 metros, con mesas, estanterías y paredes plagadas de objetos, recuerdos e iconos, que van desde una moto vespino o el Halcón Milenario de Star Wars, que te reciben al entrar, hasta juegos como Qumicefa, Cine Exin o las míticas ‘Game Boy’. La barra está empapelada con las portadas fotográficas de series como “El coche fantástico”, “El gran héroe americano”, “El equipo A” o “V Invasión Extraterrestre”, cuyas temporadas solían estrenarse en verano a la hora de la siesta. Tecnología, música, mobiliario, murales, publicaciones, juegos, electrodomésticos… Todo un batiburrillo de la década que te hará experimentar un flashback alucinante a la llamada era de lo hortera. Pero todavía no está terminado. “Aún hay espacios diáfanos por llenar”, comenta Pablo, que se surte en rastros, mercadillos, anticuarios, internet o amigos, que ceden sus tesoros para la causa. “Cuando el local cubra mis expectativas, haré una inauguración en condiciones con un grupo ochentero. No sé si vendrá Javier Gurruchaga, Alaska o los Hombres G”, anuncia.