Con la activación de estas siete boyas virtuales, la Ría de Vigo se convierte junto a la de Pontevedra en los dos únicos enclaves españoles que refuerzan con este sistema la seguridad marítima. Capitanía Marítima de Vigo comenzó por la ría vecina por su tráfico menor y fácil acceso a sus aguas. Como ocurrió con la pontevedresa, ahora también comienza para la viguesa un periodo de seis meses de pruebas y de evaluación por parte de profesionales del sector (capitanes de pesqueros y mercantes, por ejemplo). Si supera este test, su poposición se remitirá al Instituto Hidrográfico de la Armada para que las refleje en las cartas náuticas oficiales también de papel.