El Tribunal Supremo desestima el recurso de casación interpuesto por la Universidad de Vigo y confirma la sentencia emitida en julio de 2017 por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en la que se declara la nulidad de un concurso de méritos para el personal laboral de administración y servicios convocado en 2017 por el anterior rector, Salustiano Mato.

Se trata de otro de los procesos judiciales derivados de las convulsas negociaciones para la nueva RPT (Relación de Puestos de Trabajo), que entró en vigor hace dos años sin que los anteriores equipos de gobierno y gerencia fuesen capaces de alcanzar un acuerdo con los sindicatos. De hecho, el rector Reigosa se comprometió en campaña a buscar el consenso para modificarla.

"El convenio colectivo no se pudo actualizar y se prolongó el que ya había, en el que queda muy claro que la provisión de puestos de trabajo debe hacerse por concurso de traslados. Aun así, el Rectorado convocó un concurso de méritos que iba contra la ley, por lo que acudimos a los tribunales y el TSXG nos dio la razón. El recurso de casación de la Universidad era un poco atrevido", explica Arturo Parada, secretario xeral en la Universidad de Vigo de Fete-UGT, el sindicato que interpuso la demanda de conflicto colectivo a la que se adhirieron CC OO y CIG.

El Supremo rechaza los argumentos de la Universidad y recuerda en su sentencia que la resolución del rector del 4 de enero de 2017 en la que convocaba el concurso de méritos para la provisión de puestos de responsabilidad reservados al PAS "colisiona" con el convenio en vigencia, que data de 2007 y que obliga a cubrir las plazas vacantes con este perfil mediante traslado.

"Querían crear unidades más especializadas con el fin loable de dar mejor cobertura y en relación con una RPT que trajo consigo cambios sustanciales", añade Parada, que forma parte de la nueva mesa de negociación. "La disposición a dialogar y llegar a acuerdos es algo que no se les puede negar al nuevo equipo rectoral y a la gerencia. Hasta al momento, han sido absolutamente dialogantes y transparentes. El punto de partida es bueno, pero lo que importa es el de llegada. Las partes tiene que estar dispuestas a ceder", puntualiza.