El Puerto sospechaba que la paciencia de Lidl estaba a punto de agotarse por los constantes requerimientos de Urbanismo que como avanzó ayer FARO motivan la renuncia de la cadena al proyecto de abrir un súper en la concesión de Frigoríficos Berbés (Fribesa) en Beiramar. Enrique López Veiga asume que la decisión de la compañía obligará a empezar de cero en un asunto resuelto como era el aprovechamiento de esta parcela de 3.000 m2 con una edificación en ruinas, aunque a diferencia de los problemas de hace tres años para encontrar un concesionario hasta que apareció la empresa germana, en esta ocasión el presidente es optimista. Su previsión es que los terrenos permanecerán poco tiempo vacíos. "Ahora sí hay interés porque no estamos en la situación de crisis de entonces", razona.

Con esta confianza el Puerto aguardará sin traumas a que la empresa formalice su renuncia a la concesión pero tampoco pierde la esperanza a que Urbanismo "reconsidere su postura respecto a este proyecto lo suficiente para que Lidl se replantee su decisión". "Cabe esa posibilidad", expresa el presidente sin mucho convencimiento. Dudas más que razonables teniendo en cuenta que fuentes cercanas a la empresa aseguraron a este periódico que no solo descarta Beiramar sino que ya tendría casi cerrado una ubicación alternativa y cercana a esta para un nuevo súper.

Desde septiembre de 2016 que se hizo con una concesión por la que paga puntualmente al Puerto, Lidl no consiguió ni definir con Urbanismo el proyecto básico para Beiramar. El último intento por salvarlo se produjo a finales del año pasado, cuando en paralelo solicitaba a la Autoridad Portuaria un año más en la concesión administrativa de 40 justificándola en la tardanza en obtener los permisos del consistorio para obrar. Sin embargo, ante la enésima documentación exigida por la Gerencia, la empresa desiste, al parecer, porque adaptar su propuesta a los últimos requisitos dispararía el coste de la obra muy por encima de los 4 millones "máximo" reservados. De ahí que haya optado por construir un nuevo establecimiento en otra zona fuera del ámbito portuario "muy cercana" a esta de Beiramar.

"No es una buena noticia pero tampoco tan mala al menos para el Puerto". El presidente sostiene que el escenario económico actual ha mejorado con respecto al de hace tres años, cuando fracasó en su insistencia de ofrecer la parcela a empresas pesqueras. "En cambio ahora sabemos que puede haber empresas interesadas en estos terrenos para abrir lo que siempre defendí para esta zona, como un frigorífico", argumenta López Veiga.

Curiosamente antes de que representantes de Lidl avanzasen al Puerto su disposición a abandonar la titularidad sobre la antigua concesión de Fribesa, Praza da Estrela ya había recibido llamadas preguntando por el estado del proyecto de este súper. Eran consultas "informales", según el presidente, de empresas potentes de Vigo vinculadas al sector náutico que ante la evidente falta de avances en los terrenos respecto a la obra del establecimiento alimenticio barajaban postularse para optar a esa concesión.

Hasta la fecha ninguno de estos empresarios han ido más allá de expresar su interés en invertir en esta zona entre Beiramar y Jacinto Benavente. En cambio López Veiga lo valora como un indicio que le hace prever en una "pronta" ocupación de la parcela.