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Lidl renuncia a abrir su nuevo supermercado en Vigo

Las exigencias urbanísticas llevan a la compañía a abandonar la concesión portuaria

Recreación del proyecto de Beiramar presentado por Lidl. // FdV

Lidl renuncia a su proyecto para Beiramar. Los constantes requerimientos de la Gerencia de Urbanismo para que modificase su proyecto de transformación de la antigua y ruinosa sede de Frigoríficos Berbés S.A. (Fribesa) en el que sería su cuarto establecimiento en la ciudad han colmado la paciencia de la cadena de alimentación. Ante el retraso que acumulaba la apertura de este súper prevista para finales de 2017 unido al sobrecoste que supondría adaptar la nueva tienda a las exigencias del departamento municipal, la compañía ha optado por descartar esta ubicación para destinar la inversión a otro emplazamiento cercano a este pero en terrenos ajenos a la jurisdicción portuaria.

El cambio de planes de la compañía germana supone un revés a esa recuperación de la fachada marítima que encabezada por el auditorio Mar de Vigo lleva años a la espera de revulsivos como el de Lidl que dinamicen una zona afeada por naves destartaladas en la calle trasera de Jacinto Benavente. Pero tampoco la compañía estaba dispuesta a aguardar más tiempo al plácet de Urbanismo. Desde que en septiembre de 2016 el Consejo de Administración del Puerto le entregó la concesión, no ha conseguido siquiera cerrar con el Concello el proyecto básico de la obra que pondría fin a la paupérrima imagen que ofrecen esos 3.330 m2, con la estructura arruinada por constantes incendios en la vieja sede de Fribesa.

Y eso que lo intentó. La última ocasión, el pasado noviembre. Por entonces Urbanismo confirmaba que había solicitado a la firma nueva documentación que estaba a la espera de recibir. Todavía en esas fechas Lidl parecía albergar alguna esperanza de sacar adelante su proyecto de Beiramar ya que fue en este mismo mes cuando solicitó al Puerto un año de prórroga sobre la concesión de 40 aprobada en 2016 justificándola por la demora en obtener los permisos municipales.

En principio Lidl se proponía una remodelación siguiendo la configuración arquitectónica original. Constaría de un súper estándar de 1.300 m2 en la primera planta y un parking de 120 plazas en la primera. Como distintivo visual, la cubierta del edificio se coronaría con un revestimiento metálico.

Con este planteamiento inicial, la inversión rondaba los cuatro millones de euros. Un presupuesto que según fuentes al tanto del proyecto, de cumplir las exigencias urbanísticas, acabaría "disparándose". De ahí que la compañía haya decidido descartar el nuevo súper previsto aquí en Beiramar para ahora proponerse abrirlo "en una zona muy cercana", no portuaria, más viable desde el punto de vista urbanística y también a menor coste. Antes de este establecimiento inaugurará otro en las antiguas naves de Bodegas Litán en Teis. Para este logró licencia en un tiempo récord. Comenzó a tramitarla el año pasado y ya podría arrancar las obras en cualquier momento.

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