El derribo de los 14.000 metros cuadrados de los laterales de la torre del antiguo Hospital Xeral y su reconstrucción sumarán alrededor de 10 millones de euros más al presupuesto de la futura Ciudad de la Justicia. Así lo anunció ayer el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Tal y como avanzó FARO, el deterioro del esqueleto metálico de estas cuatro "alas" del Pirulí obliga a retirarlo incrementando tanto el presupuesto como el plazo de ejecución, que se alargará en seis meses. El también conselleiro de Xustiza fijó en agosto de 2020 la conclusión de las obras -un retraso de 6 meses- y mantiene para ese mismo año la puesta en funcionamiento de la nueva sede judicial.

El director de obra y arquitecto del proyecto, Alfonso Penela, explica que la zona afectada -los cuatro brazos de la planta en "H" del edificio- son ampliaciones realizadas en los años 70 y 80. Mientras la torre, estrenada en 1955, mantiene su buen estado y robustez con unos pilares "bien encofrados", estos añadidos "por procesos de improvisación o necesidades urgentes, no se construyeron en las condiciones adecuadas". "Las estructuras metálicas no están racionalmente construidas, hay unos equilibrios tremendamente inestables, los forjados no tienen capacidad de compresión...", detalla y añade: "Cualquier intento de salvarlo sería más arriesgado, más complicado y más costoso".

Dentro de lo malo, Penela encuentra un beneficio: al levantar estos edificios de cero tendrán libertad para resolver con mayor facilidad cuestiones técnicas. Lo que no variará es el proyecto original.

Es el segundo contratiempo que surge en la reforma del antiguo hospital como nueva sede judicial. El primero fue en la primera fase de las obras, la de los derribos. La aparición de amianto encareció en 700.000 euros unos trabajos adjudicados por 1,85 millones de euros a la UTE de XAC y Orega y retrasó tres meses el cronograma previsto. Ahora, estiman en unos 10 millones de euros el modificado de la segunda fase, la constructiva, adjudicada por 22,5 millones de euros -sin IVA- a la Constructora San José. Supone así un sobrecoste de un 40% de la inversión total en la rehabilitación de este emblemático edificio y ronda los 40 millones de euros. Rueda insiste en que ya habían advertido de posibles imprevistos en una obra de esta complejidad, que no se descubrirían hasta que se estuvieran trabajando en ella. "La Xunta tiene la obligación de afrontarlo".

El vicepresidente garantiza que están tratando de "perder el mínimo tiempo posible". Ya tienen la autorización del Consello Consultivo, necesaria por exceder los límites de un modificado, y prevé que se apruebe esta semana en el Consello da Xunta. Cuenta con la colaboración municipal para la tramitación de los permisos municipales porque "está perfectamente justificado.

Las declaraciones las realizó en una visita a las obras con la federación de vecinos (FAVEC) y asociaciones del entorno del Xeral y de los actuales juzgados. Interesado en que la zona mantenga "dinamismo", sobre el futuro de estos últimos, Rueda se mostró favorable a un uso público. Están a la espera del pronunciamiento del Ministerio de Cultura sobre el ofrecimiento de un edificio para la Biblioteca del Estado. El otro sería para la Universidad.

Los vecinos solicitaron la expropiación de una casa abandonada en la confluencia de Padre Feijóo y Couto de San Honorato por su mal estado. Al arquitecto también le complacía su incorporación a la plaza y la Xunta ha tratado de alcanzar un acuerdo de compra-venta, pero no ha sido posible. La expropiación es un proceso más largo que se desconoce si se emprenderá.

Penelas desveló que la guardería para hijos de funcionarios se ubicará en un bloque exento, junto a las viviendas de Couto de San Honorato y con una cobertura vegetal en el lado de la plaza a modo de colina.