Los precios de los billetes de la conexión aérea Vigo-Barcelona se han inflado . Coincidiendo con el anuncio de Ryanair de abandonar la ruta de VigoRyanair tras su desencuentro con el Concello, Vueling, ahora en monopolio, parece haber aplicado una revisión de tarifas al alza. O al menos así se desprende de su calendario de precios. En los primeros días de febrero (primera imagen de la derecha) ofrecía multitud de billetes desde solo 17,99 euros hasta al menos agosto. Ryanair no había anunciado todavía su marcha de Peinador. Pero ayer, la tarifa mínima para el mismo periodo ascendía ya a 26,99. En cualquier caso, la subida es general, ya que todos los días entre marzo y agosto la mayoría de billetes se encarecieron en torno a diez euros y, en algunas jornadas, mucho más.

Si bien es cierto que Vueling lanza campañas periódicas con billetes rebajados, normalmente estos precios benefician a un determinado número de plazas, y no a la totalidad de días. Por eso resulta especialmente llamativo que el precio mínimo se haya encarecido en Peinador todas las jornadas en los próximos cinco meses coincidiendo con la marcha de Ryanair.Ryanair

Pero esta situación de precios elevados y escasez de vuelos a Barcelona no es nueva. En lo que a tarifas se refiere, el problema se había resuelto en 2016 con la llegada de Ryanair. Ambas aerolíneas se enzarzaron en una guerra de precios que benefició a los pasajeros. Pero desde la quiebra de Spanair (2012) y hasta la llegada a Vigo de la low-cost irlandesa, las quejas de empresarios y usuarios de este enlace eran constantes. Mientras Vueling crecía en A Coruña y Santiago con ayudas públicas -e incluso en Oporto-, en Vigo apenas se inmutó. Malos horarios, pocas frecuencias, tarifas elevadas o la cancelación en invierno del único avión de los sábados provocaron críticas constantes. Ryanair palió varios de estos problemas, pero su marcha vuelve a dejar coja esta ruta.

La low-cost irlandesa deja Vigo el 1 de abril. Vueling tendrá dos aviones diarios por sentido de lunes a sábados y uno, los domingos. Pero sus horarios no solo impiden llegar a Barcelona a primera hora (el avión aterriza en El Prat a las 11.30) sino que el último del día llega casi siempre pasadas las once de la noche.

Esta escasez de plazas (la marcha de Ryanair supone la pérdida de 103.000) provoca también que el número de tarifas económicas de Vueling se agoten antes y, por lo tanto, salga más caro volar a Barcelona. Respecto a las otras dos terminales gallegas, donde recibe ayudas y tiene hasta tres vuelos diarios por sentido, la brecha económica es evidente. Según pudo comprobar este periódico a través de la página web de la aerolínea, a tres meses vista (junio) el precio medio más barato de un vuelo de ida y vuelta entre Peinador y El Prat ascendía ayer a 145 euros; en Lavacolla bajaba a 120 y en A Coruña, a solo 88.

La marcha de Ryanair de Vigo cambia el panorama en esta conexión a nivel gallego. La irlandesa presume de los precios más económicos de Galicia. En Santiago había cancelado la ruta de Barcelona desde el 1 de abril, con lo que Vueling quedaba en monopolio tanto en Alvedro como en Lavacolla. Pero de un día para otro, la aerolínea irlandesa anunció que dejaba Vigo y que trasladaba sus aviones a Santiago, donde comenzó a comercializarlos esta misma semana desde tan solo 3,99 euros. También a tres meses vista, los billetes de ida y vuelta con la firma irlandesa desde Santiago estaban ayer a poco más de 50 euros, casi tres veces menos de lo que cobraba Vueling en Vigo.