Galicia es una de las regiones europeas con una población más envejecida pero también con el talento necesario para convertir esta realidad en una oportunidad de negocio exportable al resto del mundo. Un consorcio de pymes y el centro Gradiant diseñará el primer robot "100% gallego" para que los mayores puedan prolongar su autonomía e independencia en sus propios hogares. El proyecto NETA V3A, cofinanciado por la Axencia Galega de Innovación de la Xunta y la UE con 1 millón de euros, se desarrollará hasta 2020 y confía en poner en el mercado un año después una solución que aúne el carácter asistencial y la "comunicación emocional" con el usuario.

Los socios son la empresa de servicios para mayores Atendo, que coordina la iniciativa, Balidea, Fruto DS, Ledisson y el centro tecnológico Gradiant. En total, conforman un equipo de 21 expertos entre los que figuran médicos, psicólogos, terapeutas, ingenieros y matemáticos. El proyecto supone la continuación de otro anterior, Rising, que consistió en el diseño de una aplicación móvil para que las personas con deterioro cognitivo leve puedan seguir desarrollando su vida a la vez que se mantienen conectados con la familia y los médicos reciben datos de interés sobre su estado de salud.

El robot amplía el abanico de usuarios y la idea es que utilicen la herramienta digital en su móvil o en una tableta cuando están en la calle y que una vez en casa interaccionen con él, siempre a través de la voz, para ejecutar todas las funcionalidades, desde hacer videollamadas o búsquedas en internet a consultar eventos en el calendario o almacenar datos como la tensión.

El proyecto Rising, que contó con 1,1 millones de euros cofinanciados por la UE y la Xunta, también fue liderado por Atendo y, junto con Balidea y Fruto DS, también integró a la Fundación Idis y el Itmati. La aplicación se puso a prueba durante una experiencia piloto con usuarios reales entre septiembre y diciembre del año pasado y con "muy buenos resultados" de aceptación por parte de ellos, sus familiares y sanitarios, así como de adherencia.

"Crear consorcios es la manera de enfrentar el reto demográfico y de que Galicia lidere este sector aportando soluciones de alto valor tecnológico", destacaba ayer Luis Barros, director de Innovación de Atendo, durante la presentación de los resultados de Rising y del nuevo proyecto en el edificio Citexvi del campus.

Tanto la aplicación como el robot se basan en el nuevo modelo de atención centrada en las personas y en el objetivo de que los usuarios puedan mantener su autonomía en casa y sus relaciones sociales, en definitiva, su calidad de vida.

"No se trata de quedarse en una teleasistencia avanzada, sino de resolver retos como el de la soledad y la comunicación emocional. Y no hay ninguna solución actualmente que añada a la monitorización y vigilancia este componente social. Podemos hacer el mejor robot del mundo, pero si los mayores no quieren saber nada de él habremos fracasado", apuntaba sobre el reto que el consorcio tiene por delante Mari Carmen López, responsable de la oficina de I+D+i de Balidea.

En el mismo sentido se pronunciaron Helena Fernández, directora del área de eSalud de Gradiant, y Óscar Rodríguez, director general de Ledisson AIT, que trabaja desde Vigo con empresas como Tesla o Mercedes. "Es un reto complicado y tendrá que dar solución a las necesidades que de verdad tienen los usuarios para que se sientan acompañados y asistidos", apuntó la investigadora. "Hacer el paso contrario supone siempre un fracaso", añadió Rodríguez.

Uno de los factores que contribuirán al éxito del robot será su diseño. La empresa Fruto DS enfrenta su primer proyecto de este tipo. "En el anterior ideamos un interfaz amigable y cercano, que rompiese la brecha digital y ahora aplicaremos lo aprendido", comentó Carmen Blanco.

Los socios del consorcio ya están estudiando soluciones existentes como Aidbot o el bebé foca Nuka, que Atendo utiliza en proyectos propios para "empoderar" a los mayores. El futuro robot gallego medirá alrededor de 1,10 metros y su voz y aspecto le acercarán a una niña de entre 3 y 5 años.

Para la próxima generación de mayores, apuntó Luis Barros, "el escenario de juego será el hogar", un entorno digital y conectado en el que el robot gallego, además de ofrecer compañía, ayudará a los usuarios a mantener sus tratamientos farmacológicos y médicos y unos hábitos de vida saludables.